- viernes, 17 de enero de 2025
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Vaya semana de excursión que tienen los rojillos, avión, autobús, ferry y más de dos mil kilómetros, ni los viajes del Imserso son tan atractivos, y en mitad, un Sevilla – Osasuna que no se ha parecido en nada a los de Puñal, Webo y compañía; aunque el interés por los puntos era patente para ambos equipos.
Vicente Moreno con una alineación clásica en su estructura y un cambio obligado en el pivote con Iker Muñoz por Torró sancionado. La distribución en el campo sabemos cuál es, pero será el contrario el que dirá con su juego, si somos capaces de mantenerla o nos obligará a cambiar.
El comienzo del encuentro y toda la primera parte, no pudo ser más anodina, escasa de juego y con una ocasión clara para cada equipo que los porteros se encargaron de anular. Pero lo más preocupante era la nula creación de juego por parte de los rojos, salvo alguna arrancada de Bryan; excepto esto, un pobre Osasuna pululaba contra un Sevilla que demostraba igualmente su baja forma futbolística esta temporada.
Pensaba que en la segunda parte algo cambiaría por parte de alguno de los dos contendientes, pero todo siguió igual, me refiero al juego, que fue anodino por parte de los navarros hasta que Budimir cabeceó un gran centro de Areso y marcó el 0-1.
Todos creíamos que habíamos dado un gran paso para ganar, pero he aquí que Vicente introduce dos cambios, aparentemente lógicos según el desarrollo del encuentro, pero de nuevo como contra el Villarreal, en el minuto siguiente a los cambios el Sevilla consigue el empate con una defensa rojilla mal colocada.
Arnaiz se lesiona nada más salir al campo y el equipo, con un nuevo cambio, parece revolucionarse y perder el orden en el centro que Pablo se encargó de enderezar.
Los porteros se encargaron en los últimos minutos de mantener el justo empate que ambos equipos habían merecido a lo lardo de todo el encuentro, que no será para recordarlo demasiado tiempo.
Seguimos con un Osasuna que controla el balón muy poco, que pierde demasiados balones de los llamados fáciles de dar y que las entradas por los laterales han de ser acompañadas de otras jugadas por el interior con el fin de conseguir el desequilibrio del contrario. El punto es bueno, pero demasiado sufrido.
Por cierto: ¿Cómo se solucionó la escapada de Álvaro (portero del Sevilla) cuando se fugó de Osasuna?
Pero 23 puntos son muy buenos a estas alturas de la liga.