Jugoso, con el punto justo de maduración y asado lentamente al calor de las brasas. Así es el chuletón que se ha convertido en emblema de uno de los restaurantes con más historia del valle. No es un plato cualquiera. Es un bocado que concentra la esencia de una tierra donde la gastronomía lo dice todo: carácter, raíces y respeto por el producto.
Es un asador que está muy cerca del Restaurante Santxotena, regentado por Maite López, en una localidad muy turística que atrae a numerosos visitantes durante todo el año.
Quienes lo han probado coinciden: no es solo una chuleta de vaca, es una experiencia completa. La carne proviene de animales criados en el entorno, y se presenta con el equilibrio perfecto entre grasa y músculo, suavemente dorada por fuera y jugosa en su interior. El fuego lento y el corte grueso hacen el resto. Se sirve acompañada de patatas asadas y verduritas, sin artificios, dejando hablar al producto.
Este chuletón no viene solo. Comparte carta con otras especialidades a la brasa como el rodaballo o las zamburiñas, y con platos de carne que también hacen honor a la cocina navarra: carrilleras de ternera al Rioja Alavesa, chuletillas de cordero lechal con pimientos, magret de pato con chutney de manzana o solomillo de ternera.
Todos estos sabores se pueden saborear en el restaurante del Hotel Baztán, entre Elizondo e Irurita, un alojamiento que ha vuelto a abrir sus puertas este 26 de marzo y que ha apostado por una cocina de temporada basada en el producto local.
Al frente está el chef Denis, que ha sabido combinar el sabor tradicional con una cuidada presentación y un punto creativo. El comedor se abre al exterior, con vistas al monte, y permite disfrutar de la comida en un ambiente relajado, acogedor y natural.
Ubicado cerca de Elizondo, el Hotel Baztán forma parte de la historia viva del valle. Inaugurado el 30 de junio de 1964, fue diseñado por el arquitecto Carlos Sobrini, que lo integró con maestría en el paisaje.
Desde entonces, el hotel ha mantenido su esencia, con una arquitectura sobria y cálida, profundamente vinculada a los valores de la zona: la amabilidad, el silencio, el respeto por la naturaleza y esa mezcla única entre Navarra y el mundo vasco.
Más allá de su restaurante, el hotel ofrece una carta de cafetería con raciones para compartir, ideales para quienes buscan un picoteo informal. No faltan los entrantes con verdura de temporada ni los postres caseros, entre los que destaca la cuajada de leche de oveja ahumada en kaiku. Todo ello, acompañado por una selección de vinos y licores que el equipo se encarga de recomendar.
Durante sus más de 60 años de historia, este espacio ha acogido momentos especiales como la boda del exlehendakari Carlos Garaikoetxea o la visita de la concursante Rosa Zumárraga Zunzunegui del programa “Un millón para el mejor”.
También ha sido punto de encuentro para trabajadores y vecinos, como en octubre de 1999, cuando se reunieron allí los primeros 50 empleados para celebrar el 35º aniversario del establecimiento.
Hoy, quienes se acerquen hasta el valle del Baztán pueden volver a saborear su chuletón más emblemático, rodeados de naturaleza, historia y autenticidad.
