Los pueblos y localidades de Navarra no solo tienen un increíble patrimonio histórico, sino también una exquisita gastronomía que no se puede comparar con ninguna otra. A la hora de planificar un viaje, además de asegurarse de visitar todos los monumentos posibles, hay que elegir donde parar para comer un buen plato.
Villatuerta es un destino perfecto para visitar y comer. Este municipio de poco más de 1.200 habitantes está localizado a 40 km al suroeste de Pamplona. Para llegar hasta Villatuerta hay que conducir por la autopista A-12 desde la capital navarra.
Alrededor del municipio se han encontrado restos de la época romana, lo que indica que habría asentamientos por la zona durante la romanización de la península. Sin embargo, el desarrollo de la villa se halla vinculado a las peregrinaciones a Compostela, ya que fue paso importante en el Camino de Santiago durante la Edad Media.
En el 1090, cuando se funda la localidad de Estella, Villatuerta dejó de ser un pueblo de paso por el Camino de Santiago, pasando actualmente por Ega. Villatuerta también fue un feudo que pasó por las manos de muchos nobles ya que se cree que alguna familia con riqueza vivió allí.
Durante las Guerras Carlistas del siglo XIX, en las inmediaciones de Villatuerta se pueden encontrar unas pequeñas trincheras, conocidas como reductos, que sirvieron para proteger a los combatientes carlistas y como pequeñas bases de operaciones.
Esta localidad tiene también hermosos monumentos como la iglesia parroquial de la Anunciación de Nuestra Señora. Ésta fue construida al comienzo del siglo XIII, pero se destruyó en el año 1378 por un ataque de las tropas castellanas durante la guerra contra Navarra. La iglesia actual es la que se reconstruyó poco después y tiene en su interior un retablo del siglo XVII.
Destaca la ermita de San Miguel Arcángel, la cual fue anteriormente un antiguo monasterio cuyas referencias escritas datan del año 1062. En su día tuvo unos relieves iconográficos hechos en arenisca, pero se retiraron y ahora se encuentran en Pamplona.
En mitad de la localidad, se encuentra un puente románico del siglo XIII que une las dos partes de Villatuerta separadas por el río Iranzu. A pesar de haber sufrido durante siglos las riadas y las inclemencias del tiempo, ha demostrado ser no sólo una bella construcción sino también una obra muy funcional.
Para finalizar la visita a Villatuerta, uno de los restaurantes más relevantes del municipio para comer bien es el asador Gori Gori, ubicado al norte de la localidad.
Gori Gori tiene tres menús distintos para entre semana y dos menús diferentes para los fines de semana. Los menús de entre semana son el menú Txoko (15 euros), el menú Bixtro (23 euros) y el menú Ananda (33 euros). Los menús de fin de semana son el menú Berezia (31 euros) y el menú Luxua (41 euros).
Además, ofrecen servicio de paellas y asados para llevar, los cuales pueden llegar hasta los 240 euros. Como novedad, han abierto una exposición de arte con obras de Guillermo Arrastia, un artista que vive en Villatuerta y que hace arte usando chatarra metálica.
El asador Gori Gori está abierto de martes a domingo desde las 13 horas hasta las 17.30 horas. Los jueves abren de nuevo desde las 8 de la noche hasta las 11 de la noche por el pincho pote.
