Puente la Reina es uno de los paisajes más destacados del Camino de Santiago a su paso por Navarra. Esta villa medieval, situada a poco más de 20 kilómetros de Pamplona, es un lugar donde perder la noción del tiempo mientras se recorren sus calles empedradas, se cruzan puentes históricos y se disfruta de un entorno que combina tradición, historia y naturaleza.
El pueblo nació en torno a su puente románico del siglo XI, el monumento más icónico de Puente la Reina y una parada obligatoria para los peregrinos que recorren el Camino de Santiago.
Este puente de seis arcos de medio punto, construido sobre el río Arga, simboliza la unión de las dos principales rutas jacobeas que llegan desde Francia: el Camino Francés y el Camino Aragonés. Aunque no se sabe con certeza quién ordenó su construcción, algunos historiadores apuntan a la reina doña Mayor o doña Estefanía, esposas de los reyes Sancho III el Mayor y García Sánchez III, respectivamente.
El puente medieval, con sus 110 metros de largo, es un lugar cargado de historia. En el centro del puente se erigía una torre defensiva que albergaba la imagen de la Virgen del Puy, patrona de la localidad.
Aunque esa torre fue derribada, todavía se pueden observar los restos de los torreones que custodiaban ambos extremos del puente. Una curiosidad que llama la atención es la inscripción que se conserva en uno de los torreones, en la que se pedía limosna para los presos de la cárcel.
Una vez en el casco urbano, la Plaza Mayor se convierte en otro de los puntos de interés. Se trata de una plaza porticada, centro neurálgico de la villa, donde los visitantes pueden descansar y disfrutar del ambiente local.
Recorrer la Calle Mayor es como viajar en el tiempo, flanqueada por casas palaciegas y construcciones medievales que hablan del esplendor de tiempos pasados.
Entre los edificios religiosos que merece la pena visitar destaca la Iglesia de Santiago, la más importante de la localidad. Esta iglesia alberga la imagen de Santiago Apóstol, patrón de los peregrinos. Otro templo de gran interés es la Iglesia del Crucifijo, construida por los templarios en el siglo XII. En su interior se puede admirar un crucifijo en forma de Y, una rareza que atrae a numerosos visitantes.
También es recomendable acercarse a la Iglesia de San Pedro Apóstol, de origen medieval, y al Convento de los Trinitarios, situado frente a la iglesia de Santiago. No podemos olvidar el Monumento al Peregrino, que simboliza la unión de los caminos jacobeos que convergen en Puente la Reina.
Para quienes disfrutan del turismo activo y las rutas al aire libre, Puente la Reina ofrece interesantes recorridos por su entorno natural. Una de las más recomendables es la Ruta Arga-Nekeas-Cañada Real, que recorre la parte sur del término municipal. Este sendero circular permite conocer el bosque de ribera del río Arga, pasar junto a la antigua central eléctrica y molino, y llegar al Rincón de Aizpea, un bello paraje natural en un meandro del río.
El recorrido también pasa por el imponente Árbol Gordo, un chopo que destaca por su tamaño y antigüedad, antes de atravesar la carretera de Mendigorría. Desde allí, la ruta se adentra en el territorio de Nekeas, compartiendo parte de su trazado con la Cañada Real Milagro-Aezkoa. La vuelta a Puente la Reina se realiza descendiendo por el Portillo de Nekeas y atravesando de nuevo la espectacular Calle Mayor.
Si se dispone de más tiempo, se pueden visitar localidades cercanas de gran interés histórico y cultural. Entre ellas, destacan Estella-Lizarra, conocida por su patrimonio monumental; Artajona, famosa por su cerco amurallado; y Cirauqui, otro pintoresco pueblo del Camino de Santiago. Otras paradas recomendadas son Obanos, Muruzábal, Enériz y Artazu.
Por supuesto, la gastronomía es otro de los grandes atractivos de Puente la Reina. Entre los restaurantes más recomendados por los visitantes se encuentran La Conrada, Vinoteca Ganbara, Bar Restaurante La Plaza y Asador El Fogón de Etayo. Estos locales ofrecen lo mejor de la cocina navarra, con productos de calidad y recetas tradicionales.
Visitar Puente la Reina es adentrarse en la historia viva del Camino de Santiago, descubrir joyas arquitectónicas y disfrutar de la naturaleza. Un plan perfecto para quienes buscan un turismo rural auténtico en Navarra.
