Uno de los mayores problemas que puede tener un actor cuando interpreta a un personaje icónico de la cultura es que no le llamen para otro gran papel, debido a la conexión que tendría el público con el personaje cliché.
Cada cierto tiempo una película consigue darnos buenos argumentos para defender al cine español, algunos ejemplos son “El Hombre de las Mil Caras” o en este caso “Tarde para la Ira”.
Lo que más había oído sobre esta película era cómo Clara Lago (8 Apellidos…) había conseguido clavar el acento argentino, pero resultó que la película tiene muchas más cualidades de las que hablar.
Michael Moore ha conseguido remover la conciencia de los estadounidenses atreviéndose en sus documentales a criticar duramente a los líderes políticos.
Volvemos una semana, pero esta vez para recuperar la emoción de la serie, especialmente para lo que el mayor secreto de HBO, ¡J.S está vivo!, no fuera suficiente.
Las películas bíblicas ya eran buen negocio para los estudios de cine hace varias décadas, incluso sin Mel Gibson que consiguió con su versión de la Crucificción 610 millones de dólares en todo el mundo con una cinta en arameo.