La visita del Numancia deja la fotografía de las ventajas y limitaciones del cuadro de Jagoba Arrasate, que no consigue plasmar su proyecto deportivo. El problema es por qué no cuaja.
- miércoles, 18 de junio de 2025
- Actualizado 09:27
La visita del Numancia deja la fotografía de las ventajas y limitaciones del cuadro de Jagoba Arrasate, que no consigue plasmar su proyecto deportivo. El problema es por qué no cuaja.
Crítica del concierto del portugués Salvador Sobral en el Museo de la Universidad de Navarra el jueves 27 de septiembre de 2018.
Llevo un tiempo escuchando esto de que ya tengo una cierta dad, o que no sé quién la tiene, o es una cierta edad para hacer tal o cual cosa, ¿les suena? Suelen decirlo quienes se quieren justificar por algo que no hacen curiosamente, pero ya empieza a tocarme las narices.
En Cáseda, unos días atrás, tres personas, un padre y dos de sus hijos, fueron muertas, en pleno día y en plena calle, con tiros de escopeta. El autor se reconoció como tal ante el juez.
Ya se ha ido el verano. Este de 2018 ha sido el último de la IX legislatura, y ha sido el propio Gobierno de Navarra quien se ha empeñado en que ya era hora de hacer balance, y así, en el ya lejano julio, hizo desfilar a sus consejeros a contar todo lo que habían llevado a cabo y lo bien que lo habían hecho
Se anda en Pamplona debatiendo estos días sobre la puesta en marcha de un nuevo impuesto (otro más), esta vez a los propietarios que deciden no alquilar las viviendas en las que no residen.
El otro día en San Fermín chiquito, de madrugada, hubo en Pamplona una agresión homófoba.
El autor trata en este texto la situación política actual que vivimos en España.
Tras los recientes asesinatos de Cáseda (Navarra) y de la golfista española en Iowa (EEUU), uno se pregunta ¿por qué mata el ser humano? e intenta buscar una respuesta, que se encuentra en la ciencia, en la Criminología.
Crítica de la representación de la ópera L’elisir d’amore, de Gaetano Donizetti, en Baluarte los días 20 y 22 de septiembre de 2018.
Tras una primera parte de quiero y no puedo ante los de Arrasate dieron un paso adelante, y los de Baraja, hasta entonces mejor plantados, otro atrás. Una jugada a balón parado rompió la igualdad
¿Conocen la historia de la reclamación que un usuario puso a Pontiac porque cuando compraba helado de vainilla su coche no arrancaba? No está claro que sea real, pero si quieren se la cuento.
El autor analiza la decisión de Bildu de llevar la nueva planta de residuos a terrenos del Ayuntamiento de Noáin-valle de Elorz.
Tenemos que hablar. Seamos valientes, quitémonos las caretas. No soy yo, eres tú, que eres un euskoplasta. Hace mucho que lo único que nos une es la inercia de haber estado juntos unos cuantos años.
En la última Comisión de Presidencia del Ayuntamiento de Pamplona, Geroa Bai se quitó una vez más la careta.
Este jueves 20 de septiembre sale de la cárcel el pamplonés que trató de quemar vivos a un grupo de policías forales.
El anuncio del Presidente Sánchez de proponer a las Cortes Generales una reforma exprés de la Constitución para “acabar con los aforamientos” (sic) en 60 días suscita numerosos interrogantes, de diferente naturaleza, destacando los jurídicos.
La hipoxia es una brusca disminución de oxígeno en tu cuerpo producida, por ejemplo, por el deporte a ritmo alto, que te sume en un estado de serenidad y tranquilidad mental, mientras estás sudando, sorprendente.
En la primera parte hubo signos positivos, incluso con dominio del juego, pero después ocurrió lo impensable. Primero desapareció el equipo y luego, se descompuso. Tremendo.
El autor sostiene que los casos de los másteres falsos hacen daño sobre todo a aquellos que se han esforzado mucho por sacar sus estudios adelante.
Para los que hemos participado en el proceso de la transición política española del régimen autoritario franquista al democrático actual, resulta frustrante que algunos se empeñen en resucitar viejos fantasmas políticos, como si nada hubiera sucedido desde aquel 20 de noviembre de 1975 al día de hoy.
Uxue Barcos con k ha cumplido mi sueño: vivir en Madrid, tener sueldo en Madrid y cobrar de Pamplona.
Un cuarto de hora superioridad al principio y diez minutos buscando la épica al final nunca pueden justificar el insulto al aficionado que ha supuesto esta eliminatoria de Copa.
Bien, volvamos a escribirlo, que en Irroña hay mucho naburro y mucho nacionalista vasco sin uve qué no se entera. Hoy lo intentaremos en modo croquis.
El autor se muestra contrario a que el Ayuntamiento de la capital navarra haya concedido el Pañuelo de Pamplona a los primeros médicos que practicaron el aborto.
El autor analiza los actos organizados en Alsasua, donde el odio y los más bajos instintos se mezclan.
Aunque sea a trompicones, tanto de Braulio como de Arrasate, los rojillos avanzan entre sufrimientos y penurias hacia una zona donde al menos puedan sentirse cómodos
Arrancamos de nuevo, no sé si preparado o no porque cada vez se hace más cuesta arriba empezar. Será la edad, o las costuras. Parece que siempre se empieza igual, pero ni uno es el mismo que empezó la última vez, ni tampoco lo es la realidad a la que se enfrenta. Ni preparados ni entrenados me temo.
Pues sí que nos ha durado poco esta liga, no llevamos ni una jornada y el PSN ya la ha tirado por la borda.
Todo termina. Volvemos al cole unos, a la ikastola otros. Esta temporada va a ser de las de casco -me lo subiré de la moto-, rodela y esquivar bolazos como en aquella maquinita de bar de los 90.
Los dos goles granadinos fueron de risa, pero es que los rojillos ni siquiera hicieron una ocasión de incomodar el juego al fallo del rival de Diego Martínez.
Mucha propaganda. Ruido y solo ruido, a veces incluso molesto, ahormado con palabras huecas fáciles de olvidar, a las que el ciudadano presta escasa atención.
Es la impresión que Osasuna dejó en Mallorca y ha repetido en su estreno en El Sadar, donde ya no se estilan presentaciones previas. Por cierto, el club debería aclarar qué ocurre con Fran Mérida. Si son “molestias musculares” o algo más.
El autor lamenta cómo la izquierda está empleando la exhumación de Franco para tratar de imponernos su visión sobre el debate entre izquierda y derecha.
La extraña sensación de coincidir con alguna decisión de este cuatripartito de chalados afortunadamente me duro poco porque cuando desperté por segunda vez, el puto dinosaurio del partido nacionalista vasco reinante y sus vástagos batasunos lo habían vuelvo a okupar.
Gustavo Galarreta analiza la acción del desalojo del Palacio de Rozalejo y como el Gobierno de Navarra ha dejado a los pies de los caballos todo el trabajo realizado por la Policía Foral.
Violadores de la propiedad ajena deberíamos llamar a los okupas, que toman posesión de locales de los que no son propietarios sin permiso de sus dueños o usuarios legítimos, con violencia en la mayoría de los casos.
Detalles a favor, si bien no muchos, dejaron los rojillos en su estreno mallorquín, donde solo crearon peligro al final, más por empuje que por juego.
El autor opina que la ley y la propiedad no valen nada si el que tienes enfrente lleva un pasamontañas, actúa violentamente y ataca sedes.
Desayunaba hace unos días como solo se desayuna en verano, de vacaciones, mirando al mar desde la terraza de un ático francés con la mesa llena de mermeladas y bollería de pâtisserie, con la brisa tibia barriéndome las legañas, cuando me volví a topar con su retrato leyendo el periódico, oscureciéndolo todo durante un par de segundos.
El autor reclama que se lleven a cabo políticas que traten de corregir los mayores problemas a los que hacen frente los jóvenes de hoy en día.
"En fechas recientes veo con estupor como con la complacencia de las instituciones navarras se homenajea a asesinos etarras", señala Gustavo Galarreta.
El autor analiza la posición en la que se encuentra España tras la última cumbre de la OTAN. Los nuevos desafíos y la situación en materia de defensa son vitales en estos momentos.
¿Qué tendrán que ver los aceites con los nacionalismos? ¿Qué el sabroso aceite de oliva español con el perverso nacionalismo anacrónico, retroalimentado con los superados y caducos conceptos de raza, lengua y cultura propios del romanticismo y sentido pesimista del siglo XIX?
En un Estado de Derecho como el español, no se puede, ni se debe, debatir sobre el Código Penal, ni cuestionar al Poder Judicial, como si se tratara de un musical de Broadway en el que bailamos al son que mejor nos suena.
Estaba el otro día con un amigo tomando unas cervezas de terraceo urbanita en capital europea, pongamos Madrid, por decir algo, tras un concierto en el Botánico de los gabachos Phoenix, -en junio vimos a Elvis Costello y su garganta rajada. Este año vamos de festivales pequeños- y la conversación se nos fue de las manos, para variar.
Érase que se era una mítica ciudad gobernada durante años por orcos...
Vuelven las fiestas de Tudela en honor a nuestra patrona. Vuelve el blanco y rojo, el olor a albahaca, la música, el baile, la jota, la alegría, la familia, la amistad.
El autor relató en un texto publicado en 1940 todo lo vivido y acontecido en un encierro emocionante y trascendental en 1902 en Pamplona. El artículo ha sido ahora recuperado por su familia y reproducido a continuación de manera íntegra.
Recuerdo aquellos años en los que Pamplona desaparecía el 15 de julio. Cerraban hasta los bares y por no poder haber, no había ni donde correrse una juerga normal, nada del otro jueves, en agosto.
Mis compañeros del PP de Navarra me eligieron compromisario para acudir al Congreso de este fin de semana. Previamente había manifestado, para que nadie tuviera duda, cuál sería mi candidato.
No le resultará costoso al lector recordar la película “El día de la marmota”, comercializada en España con el título “Atrapado en el tiempo”. Las intenciones del Gobierno socialista sobre educación me han recordado este cuento cinematográfico.
Marchar de Pamplona un 15 de julio es una huida para alejarse de la tristeza que cada año produce el “Pobre de mí”
Hoy bien puede decirse aquello de “días de mucho, vísperas de nada.
Al final, todo se acaba, hasta los Sanfermines, que se van poco a poco: primero el vallado, después los gigantes, luego los pañuelos, las velas y por último el humo.
Todos los encierros de este año parecen haber sido cortados por el mismo patrón: toros muy rápidos que cubren la distancia en menos de dos minutos y medio.
Padilla se despide de su plaza cortando tres orejas a un extraordinario lote de Jandilla en una tarde cargada de emoción
Hace 21 sanfermines yo no tenía ni 20 años y estaba en Londres, de vacaciones, con tres amigos.
El bichico, que venía como una auténtica locomotora, solo ha pinchado en el brazo de un corredor que, volviendo al tópico, ha vuelto a nacer.
En el mes de enero Pepín Liria anunció que volvía a los ruedos para celebrar sus 25 años de alternativa con Pamplona en el pensamiento
Vosotros ustedes (como dicen por el sur) se tomarán a guasa estas crónicas y jiji jaja pero vamos camino, a muy corto plazo, de que vivamos un encierro en el que haya toros que lleguen a los corrales de la Plaza de Toros ANTES que los corredores.
Siempre he tenido en mente esa frase que atribuyen a Rafael El Gallo sobre que es mejor aficionado a quien le caben más toros y toreros en la cabeza
El autor se pregunta si con la exageración se está desvirtuando la "noble lucha" contra el machismo.
Está la gente alterada con lo del cambio de los bueyes. Que si van más rápido que los bureles, que si estropean el espectáculo, que si no hay forma de ponerse delante de semejante torada...
Llegados a la mitad de los sanfermines la Feria del Toro cambia de marcha.
El primero de los toricos ha puesto su pezuña en el albero pamplonés en apenas 2 minutos con lo que ríete tú de la fórmula uno.
De hacer el paseíllo por plazas perdidas peruanas a debutar en Pamplona y salir a hombro.
Estoy preocupado. Día 9 y aún no sé nada de Armando Cuenca.
Manada disgregada a lo largo de la Estafeta y los que se quedan colgados, al tran tran, pero sin tirar ni un mal derrote.
Hay tardes en Pamplona que se convierten en el escenario de los sueños para esos toreros denominados modestos que tienen la oportunidad de verse anunciados en el serial sanferminero.
El alcalde de Pamplona no acude a la misa de San Fermín alegando que las instituciones son laicas.
En nuestro travesía por las aguas del Cantábrico Norte, el Calypso nos acerca al mítico atolón de Pamplona donde se agolpa la muchedumbre para celebrar unas fiestas universalmente conocidas.
De obligado cumplimiento cada 7 de julio: encierro, procesión, almuerzo y corrida de toro.
Cuántas veces he pensado lo bueno que fuera que el mundo estuviera del revés, pero la realidad me hace ver que, si le dejamos ponerse así, volver a enderezarlo será una tarea casi imposible de realizar.
Solo hace falta revisar un poco la historia de esta tierra para ver que los toros nos han acompañado desde hace 2.000 años.
La tormenta de primera hora de este sábado ha evitado la masificación propia del día 7 en el encierro.
Cada año en Pamplona, el sexto día del séptimo mes, puedes tener la sensación de estar en otro planeta sin salir del casco viejo de la vieja Iruña
Otro año más 6 de julio, doce de la mañana, y de nuevo lo que tendría que ser una fiesta multicolor, espontánea y feliz, se ha convertido una vez más en un encorsetado y aburrido mitin político en blanco -de caspa- y negro -como el futuro al que nos empujan- abertzale.
Mientras por la mañana en la Asamblea de Madrid se votaba una propuesta para prohibir la entrada de los menores a los toros, en Pamplona por la tarde la plaza respiraba un ambiente familiar con especial protagonismo de los más pequeños
El 5 de julio arranca el serial sanferminero con una salud en taquilla envidiable para cualquier otra plaza del orbe taurino