Benito Gómez Moneva y su mujer Adoración Martínez Gil de Gómez abrieron una ferretería hace casi noventa años en Estella. El nombre de la ferretería, 'El Aragonés', se debe al origen maño de Benito, natural de la localidad de Alpartir (Zaragoza).
La ferretería 'El Aragonés' está situada en la calle Mayor 16 de la ciudad del Ega. Muy cerca de otros establecimientos que hemos conocido en esta sección de comercio local.
Como son por ejemplo, la histórica pastelería La Mayorquina que se acerca a los cien años de vida, o la peluquería La Paca que ya ha superado los cien años en Estella.
Benito Gómez y uno de sus hijos del mismo nombre vendían aparejos a domicilio por los pueblos. El padre se jubiló y el hijo continuó el trabajo con su otro hermano José Manuel Gómez Martínez, que ha sido el último en dejar el negocio a sus 65 años en diciembre de 2020.
Afortunadamente, la familia ha encontrado el relevo desde marzo de 2021 en Marta Valencia Albéniz, que era una de las empleadas que trabajaba en la tienda desde el año 2000. De esta forma, la ferretería de toda la vida sigue adelante en la ciudad del Ega, pese a las dificultades.
José Manuel, el antiguo propietario, asegura: "Mi padre abrió la tienda hace igual noventa años. Esto es historia de Estella porque lleva toda la vida. Yo trabajé aquí 45 años con mi padre y mi hermano, que ya han fallecido. Es la ferretería más antigua de la ciudad. Las demás no llevan ni tres días", asegura.
Marta Valencia Albéniz tiene 45 años y tomó el relevo de los dos hermanos: "Va a hacer tres añicos. Empecé con 16 años. Luego me fui y luego volví en 2000. Contenta. Bien. Es un trabajo entretenido. Las cosas han cambiado muchísimo, pero aguantamos para estar una persona sola".
"Estamos en un sitio pequeño donde conoces a todo el mundo. Al principio había tres ferreterías y de ellas solo quedamos nosotros. Al final, nos hemos centrado más en el menaje más que ferretería. Vendemos mosquiteras, cortinas, arreglo de persianas, colocación. Arreglos domésticos y lo que es el menaje de casa", explica la nueva propietaria.
Marta confía en que el buen tiempo mejore la situación: "Ahora cara a Semana Santa es cuando empieza a animarse un poco más la historia. Nos quedan unas semanas un poco difíciles. Luego se nota más meneo con la gente que viene de los pueblos cercanos y la de casa. Hasta septiembre se nota más movimiento", señala Marta.
"Nos quejamos todos muchísimo con la guerra de internet y demás. El textil está mucho más parado. El público joven no sale a la calle a ver ni a comprar en las tiendas y el público que tenemos es de edad más alta, aunque los jóvenes han vuelto a salir tras la pandemia", afirma la dueña.
Han advertido que tienen más margen con pequeños arreglos: "Tenemos más público con el arreglo de ollas o cosas manuales, que Amazon no te lo va a dar. Nosotros lo solucionamos con mucho cariño y la atención directa. Mientras la cosa vaya, aunque sea poco, intentaremos aguantar", comenta Marta Valencia.
De momento, toca aguantar: "Ya ves, sino salimos a cazar a alguien... eso que estamos en buen sitio. Hay días puntuales algo más flojos, otros mejores. Estos meses de invierno son un poco parados en general", concluye Marta Valencia esperando que lleguen los mejores meses de ventas.
