No es fácil mantener una pastelería familiar durante casi cien años, pero en este caso hay relevo y ahora mismo es la cuarta generación la que lleva las riendas del negocio.
Hace pocas fechas publicamos en Navarra.com una bonita y emotiva historia de una mujer de 101 años que recuerda la pastelería de su ciudad cuando le llevan una bolsa con pasteles de la Mayorquina.
La pastelería La Mayorquina se fundó en 1927 y se mantiene en el mismo lugar de la Calle Mayor número 63 de Estella, donde tiene el obrador. Sus especialidades son las alpargatas, los 'petit suisse' de crema o duquesas, sanchicos, mallorquines y todo tipo de artesanía pastelera.
La tienda mantiene la decoración antigua, de toda la vida, con una gran barra de mármol en forma de herradura y numerosas sillas y mesas alrededor.
Jorge Sancho tiene 62 años y dirige la pastelería con su mujer Maite y su hija Raquel: "Nos ayuda también mi hija pequeña Nuria y tenemos gente de fuera. En 2027 esperamos cumplir los cien años. No tengo intención de dejarlo y esto te tiene que gustar porque hay que meter muchas horas".
En cuanto a la historia de la pastelería, afirma: "Lo abrió mi abuelo Francisco que vino a Estella y también puso una fábrica de turrones y caramelos, pero sobre 1985 quitó los caramelos que necesitaban una maquinaria muy moderna. Nos quedamos con la pastelería, los turrones y el resto de especialidades".
Luego siguió mi padre Jesús que murió joven con 51 años. Luego mis dos hermanos Jesús y Francisco, que también murió joven. Mi hermano Jesús se ha jubilado y me he quedado yo. Ahora mis hijas quieren continuar y nos ayudan. Veremos a ver. Esta trabajando la cuarta generación. Esperemos que continúe", señala Jorge Sancho.
En cuanto a los productos estrella, asegura: "Vendemos muchas alpargatas, muchos mayorquines, una tarta que se llama Carola, un goshua con una cuajada muy especial, el 'petit suisse' de crema o la duquesa de crema se ha vendido desde sus orígenes, etc..."
El negocio "marcha bien. Vamos tirando hacia adelante poco a poco. Vamos trabajando que no es poco. Yo entro a las 6 de la mañana y hago doce horas. Media jornada", asegura Jorge con una sonrisa.
"Teníamos una tienda junto a la estación que la vendimos hace unos años. En Estella ha habido siempre mucha pastelería y mucho obrador. Algo que no es normal ni en Pamplona donde están cerrando casi todos", concluye Jorge Sancho.
