• viernes, 29 de marzo de 2024
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DEPORTES

Joel Eransus, el navarro que se codea por toda Europa con la élite mundial del squash

El jugador navarro, número 1 del ranking foral, afronta un 2023 plagado de competiciones internacionales en su último año como junior.

Joel Eransus Barber. CEDIDA
Joel Eransus Barber. CEDIDA

Ha regresado no hace mucho de la República Checa, tras codearse con la élite mundial y participar en un torneo del circuito europeo junior de squash con un balance esperanzador: tres victorias y dos derrotas y un décimo puesto que alientan a este joven navarro a seguir entrenando cada día para lograr su sueño.

Joel Eransus Barber acaba de cumplir los 18 años, es el número uno del ránking absoluto foral y afronta el último de la categoría junior en un deporte que desde el punto de vista físico y mental es muy exigente; y lo hace cargado de ilusión por llegar a ser profesional de la raqueta, algo que "es difícil, pero no imposible. Creo que puedo llegar. Esa es mi meta", dice.

Para tal fin sabe que, aunque su trayectoria viene siendo cuando menos prometedora,  es imprescindible puntuar en el mayor número posible de torneos del circuito, primero junior y a partir del año que viene absoluto, a pesar del sacrificio humano y económico que requiere. "El club (Ciudad Deportiva Amaya), el Instituto navarro del Deporte, la Federación y mis patrocinadores me ayudan en lo que puede, pero el grueso de los gastos de desplazamiento, alojamiento e inscripciones corren de mi cuenta y es un esfuerzo importante que está haciendo mi familia y al que quiero responder primero con disciplina y esfuerzo en los entrenamientos, y luego, con un poco de suerte, teniendo resultados".

En su agenda figura un 2023 repleto de viajes por el viejo continente, donde tiene previsto disputar los open de Alemania, Italia, Portugal, Dinamarca y Bélgica; así como el Open de Europa Junior.

Joel Eransus en pleno partido. CEDIDA
Joel Eransus en pleno partido. CEDIDA

La experiencia acumulada este enero en la República Checa, así como su participación en el British Open Junior, (el mundial de facto), que se disputó a comienzos de año en Birmingham, al que acudió seleccionado por la Real Federación Española de Squash para representar a nuestro país y en el que cosechó un balance de tres victorias y tres derrotas, serán sin duda un grado. En su currículum, además, figura una participación en el abierto de Estados Unidos en 2021, cuando apenas acababa de estrenar la categoría junior.

Es cierto que el squash tuvo un boom impresionante en la década de los 90 del siglo pasado. Dicen que el Pádel terminó por devorar, no sólo en Navarra, sino en toda España, este deporte  que mezcla la velocidad de la pelota de goma rebotando entre las tres paredes y el cristal de una pista de reducidas dimensiones con la explosividad física y resistencia que se requiere para practicarlo a cierto nivel. Prácticamente todos los clubes deportivos de Navarra apostaron por construir pistas de squash en sus instalaciones, pero después llegó la moda del Pádel y terminó por engullirlo.

En la actualidad, sus practicantes en Navarra no son muchos, pero sí muy fieles, porque, como cuenta Joel, "es un deporte que engancha". Él lo conoció en la Ciudad Deportiva Amaya una tarde de aburrimiento de hace 7 años. "El padre de un amigo tenía unas raquetas en el coche y nos las ofreció para entretenernos, y desde entonces, no he parado". "Al principio jugaba por mi cuenta, pero al poco tiempo me vio jugar el que hoy en día sigue siendo mi entrenador, Liam Kane, y me vio condiciones, así que habló con mi padre para poder entrar en el grupo de entrenamiento".

Conforme llegaban los resultados, Joel pasó a formar parte del grupo de deportistas de alto rendimiento del Gobierno de Navarra. Su preparación física y médica la lleva de la mano del Centro de Investigación y Medicina del Deporte (CEIMD) del Gobierno de Navarra. "Entreno dos horas al día, seis días a la semana. Normalmente algo más de una hora de pista y algo menos de una hora de físico combinando fuerza y resistencia", explica.

El objetivo prioritario para él ahora mismo es "llegar lo más fuerte posible a todas las pruebas del calendario del circuito en las que voy a participar, y quedar lo mejor posible". Sabe que será complicado, porque la competencia es muy dura. "En las anteriores competiciones vi que había chavales que en edad junior ya competían con las condiciones de los profesionales", asegura. Por ese motivo, es consciente de que su baza pasará necesariamente por seguir dominando la técnica y ser frío en las tácticas de los partidos. "El Squash es un deporte muy físico, pero es un deporte individual, y como tal, el factor mental y psicológico es también muy importante, así que trataré de llegar lo mejor preparado posible para intentar conseguir resultados".

Cuando se le pregunta por la posibilidad de conseguir alguna medalla, Joel, lo mismo que ante el reto del profesionalismo, responde con sinceridad: "Es difícil, pero no imposible".

Por si acaso, es consciente de la necesidad, aún cuando se entregue en cuerpo y alma al squash, de sostener su futuro en algo más que el deporte. "Siempre he querido estudiar enfermería, y con un poco de suerte, comenzaré la carrera el año que viene. Seguro que puedo compatibilizarla con el squash", sentencia.


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