La única noticia positiva es el regreso del portero Nauzet Pérez a los entrenamientos con el grupo en Tajonar.
Osasuna acumula ya quince jornadas sin conseguir una victoria, un récord que los rojillos quieren dejar a un lado cuanto antes y la primera oportunidad será este domingo (12 horas) ante el Espanyol en el estadio de Cornellá El Prat.
Vasiljevic, técnico y director deportivo a la vez, solo ha podido lograr tres empates en los siete encuentros en los que ha dirigido a Osasuna. La caída libre continúa en la tabla, colista descolgado, pese a la mejora de la imagen de los rojillos.
Al desánimo hay que añadir el gran número de bajas que se acumulan. Hay cuatro jugadores con lesiones de larga duración: los hermanos Flaño, Didier Digard y el defensa Tano Bonnín.
El centrocampista Fausto Tienza tiene para un mes y el portero Nauzet Pérez tampoco está en condiciones de jugar, aunque este miércoles se ha incorporado al grupo en Tajonar.
Las opciones de recambios en el equipo son escasas. La defensa está en cuadro y más jugando con tres centrales. La sensación es que se encajan muchos goles jugando con defensa de cinco como de cuatro.
El portero Sirigu y el defensa Vujadinovic, novedades en el mercado de invierno, no sirven para detener la sangría de goles en contra. Tres goles en contra por partido son muchos y la cifra total es de 52 en 23 partidos. Una barbaridad.
En el medio campo se puede contar con Raoul Loe y con Imanol García como sustitutos de Tienza, pero Vasiljevic optó por jugar con Causic en solitario y por delante Torres y De las Cuevas.
