Una representación de la asociación ANFAS ha lanzado este miércoles en el Parlamento un “grito desesperado” ante la “falta de apoyo y respuesta” que han encontrado hasta ahora para mantener su actividad en las distintas sedes que tiene en Navarra.
Su presidente, Javier Goldáraz, ha señalado que, tras su visita de marzo, volvía a la Cámara porque “seguimos creyendo que este es el sitio adecuado para pedir apoyo, para reclamarles que legislen y tomen decisiones pensando en toda la ciudadanía navarra, también en los que demasiado a menudo quedan al margen”.
Tras los múltiples encuentros que han mantenido en los últimos meses con las distintas fuerzas políticas, los representantes de ANFAS tienen la sensación de que existe un profundo desconocimiento de su labor y, en este sentido, su presidente ha asegurado que se ha llegado a comparar su trabajo al de otros muchos gabinetes con ánimo de lucro, “que las familias vienen a nuestro servicio porque quieren, como si los apoyos que necesitan las personas con discapacidad fuesen a una actividad extraescolar”.
Goldáraz, que ha abandonado el Parlamento “decepcionado”, ha indicado que resulta “triste” y “desolador” que a estas alturas no hayan quedado claras las necesidades de las familias, de las 1.318 personas a las que atienden, ya que, según ha afirmado, parece que “se cuestionan que los servicios que ofrecemos sean realmente necesarios”.
El presidente de Anfas ha dejado claro en su exposición que “nuestra única esperanza pasa por aparecer en los mayores presupuestos de la historia de Navarra, aunque desgraciadamente no vaya a ser la solución definitiva”.
"DESESPERANZADOS"
No obstante, la coordinadora de Responsabilidad Social de Anfas, Helena Gallego, ha reconocido que se encuentran “desesperanzados” por las respuestas que han recibido hasta la fecha.
“Estamos desesperanzados porque sobrevuela una sospecha o desconfianza en cómo gestionamos los recursos”, ha lamentado la representante de Anfas, que ha preguntado a los grupos parlamentarios si “realmente piensan que los estamos gestionando mal”.
A este respecto, ha precisado que “nuestra sensación es absolutamente de austeridad; austeridad en nuestras sedes sociales, en nuestros materiales, en nuestros equipos informáticos y es la sensación que tienen también las familias, las personas con discapacidad intelectual, las personas voluntarias y los trabajadores”.
Ha reconocido que los presupuestos de Anfas “se van en personal, en personas apoyando a personas, esa es la verdad”, y ha insistido en que “apelamos a los presupuestos de 2022 como un nuevo parche, es verdad; hemos perdido un año para buscar una solución estructural o, por lo menos, ir dando pasos en una solución, entendemos que es complicado en algunos casos, pero sí que nos gustaría hallarla”.
En la comparecencia en el Parlamento también ha participado Arantxa Irañeta, profesional del servicio de atención temprana de Anfas, que se ha referido a las dificultades que presenta el programa de atención temprana 3-6 años en Navarra.
“El departamento de Educación no desarrolla su mandato, porque el sistema es limitado, los recursos son insuficientes para todas las necesidades que nuestros niños precisan”, ha declarado.
Por su parte, Beatriz Marín, madre de una niña que cursó el pasado año Segundo de Infantil en Tafalla, ha explicado que su hija necesitaba ayuda de profesionales de AL (Audición y Lenguaje) y PT (Pedagogía Terapéutica) y al no haber recursos solo tuvo apoyo de AL.
“Faltaban horas en el colegio y tuvimos que buscar ese apoyo en otras entidades”, ha concluido Marín.
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