Posiblemente se hayan dado cuenta de que al caer la noche unos 'nuevos' insectos pueblan gran parte de la Comunidad foral de Navarra. Son inofensivos, pero a muchas personas les producen repugnancia.
Se trata de la llamada polilla asiática del boj -Cydalima perspectalis en su nombre científico- una especie invasora que en los últimos años, pero especialmente en este otoño recién estrenado, ha cobrado fuerza colándose en casas, trabajos y gran parte del mobiliario urbano de localidades como Pamplona hasta convertirse en una plaga.
El problema de esta polilla, que ataca especialmente los arbustos de boj así como otros tipos de árboles, es su rápida reproducción. Se 'coló' en España allá por el año 2014 y, desde ese momento, diferentes comunidades autónomas han sufrido sus brotes. Ahora es el turno de Navarra (no es el primero).
La reproducción de este insecto abarca desde la primavera hasta el otoño, por eso no es de extrañar que, en estos últimos coletazos del verano, el número de ejemplares de esta polilla haya ido en aumento.
El proceso de proliferación de esta especie es similar al de las mariposas. Ponen huevos de textura gelatinosa de los que eclosionan orugas. Después de un tiempo, el animal se transforma en esta polilla que mientras que para el ser humano no tiene ningún peligro, daña gravemente algunas plantaciones.
A pesar de que se desconoce el modo en el que este animal ha conseguido entrar a Europa, varios países también han sufrido sus consecuencias como Holanda y su avance, dicen los expertos, es imparable en todo el Viejo Continente.
UN REMEDIO COMBINADO PARA ACABAR CON LA PLAGA
El fin de esta plaga podría encontrarse en un tratamiento que combina los insecticidas con las bacterias, señalan los expertos. En primera instancia, lo recomendable es actuar sobre las orugas adultas (antes de que el proceso de metamorfosis comience) aplicando un insecticida específico y no exento de daños medioambientales. Por último, las larvas y huevos podrían exterminarse con un tipo de bacterias (Bacillus thuringiensis).
Del mismo modo, los expertos apuntan a que otro de los remedios, ya aplicado en algunas comunidades de España, es crear unas trampas de feromonas para los machos y evitar así su reproducción.
Mientras llega una solución, los expertos recomiendan abrir las ventanas durante el día ya que estos insectos se encuentra aletargados y, si se hace por la noche, apagar las luces y evitar los colores claros, ya que la polilla asiática del boj se siente atraída por los destellos.
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