La Cendea de Cizur celebra este fin de semana un mercado medieval dentro del Mes del Peregrino que se ha convertido ya en una cita esperada en la agenda cultural de la Cendea.
Impulsado por el Ayuntamiento, y con la colaboración del Concejo de Cizur Menor y la Orden de Malta este evento reivindica la importancia del Camino de Santiago a su paso por nuestro territorio y lo hace combinando historia, patrimonio, música y participación ciudadana. Hablamos con su alcalde, Rafael Ansó, para conocer las claves de esta tercera edición y su impacto en el municipio.
Rafael, este es el tercer año del Mes del Peregrino. ¿Qué representa para la Cendea de Cizur esta propuesta cultural?
Representa una oportunidad de mostrar con orgullo lo que somos: un territorio profundamente vinculado al Camino de Santiago, con un enorme potencial cultural y patrimonial. El Mes del Peregrino nos permite recuperar y compartir ese legado, pero también proyectarlo hacia el presente y el futuro.
No se trata solo de mirar atrás con nostalgia, sino de activar nuestro entorno con propuestas que unan tradición y contemporaneidad. La Encomienda Sanjuanista de Cizur Menor es símbolo de ese cruce de caminos entre la historia y la vida que sigue latiendo.
¿Qué balance hace de esta tercera edición? ¿Se ha consolidado la idea?
Sí, sin duda. En tan solo tres años el Mes del Peregrino se ha convertido en una cita esperada, tanto por nuestros vecinos como por quienes nos visitan. La respuesta del público está siendo excelente, y vemos cómo crece el interés por las actividades que ofrecemos. Eso nos indica que el proyecto tiene recorrido.
Además, hemos conseguido tejer complicidades con artistas y asociaciones locales, lo que refuerza el arraigo y la identidad del programa.
¿Qué destaca del programa de este año?
La diversidad y el cuidado con el que se ha preparado cada actividad. Hemos tenido el privilegio de contar con la Coral Ametsa de Irún interpretando madrigales renacentistas, con el grupo Hespérides recorriendo siglos de música europea, y con Zorongo, que nos invita a viajar musicalmente por los diferentes caminos a Compostela. Y por supuesto, el concierto final con la Coral del Valle de Aranguren, que nos propone una mirada espiritual y ecológica con “Chantriaturas”.
A todo eso se suma el gran mercadillo medieval, que ha llenado de color, música, gastronomía y actividades la explanada de Cizur Menor. Es una celebración abierta, para todas las edades, que cuida tanto el contenido como el ambiente. Además tendremos un concierto del grupo Zorongo y otro de la Coral del Valle de Aranguren en la celebración de San Juan. Esto último se repite. Habría que diferenciar la celebración de San Juan del Mes del peregrino.
¿Qué papel juega el Camino de Santiago en esta propuesta?
Es el hilo conductor de todo. El Camino nos une a nuestra historia, a la hospitalidad, al encuentro entre culturas. Pero también puede ser motor de desarrollo cultural, turístico y económico. Queremos que quienes peregrinan pasen por la Cendea, sí, pero también que se queden, que participen, que se lleven una experiencia. Y para eso hace falta ofrecer algo único, auténtico, que emocione. Este Mes del Peregrino es nuestra manera de decir: aquí estamos, con orgullo y con propuestas que merecen la pena.
¿Qué impacto espera que tenga en la vida del municipio?
Ya lo está teniendo. Por un lado, a nivel interno, genera identidad, autoestima y cohesión social. Nuestros vecinos están cada vez más implicados, colaboran, participan, recomiendan. Por otro lado, empezamos a notar también el impacto en términos de visibilidad exterior. Los medios os haceis eco, llegan visitantes nuevos, se dinamiza la actividad económica. Y todo eso, con una inversión muy medida, genera un retorno positivo. Nuestra idea es seguir creciendo con sentido común, sin perder la esencia.
¿Tiene la Cendea potencial para convertirse en un referente cultural dentro del Camino?
Absolutamente. Tenemos historia, tenemos patrimonio, tenemos paisajes espectaculares y, sobre todo, tenemos ganas. El reto está en sumar esfuerzos y mantener una visión estratégica: cuidar la programación, implicar al tejido local, atraer talento, trabajar con los concejos, buscar apoyos. No queremos ser una simple etapa más, sino una parada que deje huella. Y creo que vamos por buen camino.
Esta edición vuelve a tener como epicentro la Encomienda Sanjuanista. ¿Qué papel han jugado la Orden de Malta y el Concejo en el desarrollo del Mes del Peregrino?
Han sido fundamentales. La Orden de Malta nos ha brindado, una vez más, su colaboración para abrir este espacio simbólico y permitir que sea escenario de muchos de los actos culturales. Y el Concejo de Cizur Menor ha demostrado su implicación desde el primer momento, apoyando la logística y participando activamente en la organización. Sin ese compromiso institucional y vecinal, iniciativas como esta no serían posibles. El Mes del Peregrino es, también, fruto de ese trabajo compartido.
¿Cómo animaría a quien aún no ha venido a esta celebración?
Le diría que venga a dejarse sorprender. Que aquí encontrará música de primer nivel, actividades familiares, un entorno acogedor y el espíritu de quienes creen que la cultura también transforma. La Cendea de Cizur es un lugar para vivirlo, y el Mes del Peregrino es una oportunidad perfecta para hacerlo.
