El Sindicato Médico de Navarra ha alertado del aumento de las agresiones a médicos durante 2024, un año en el que se han registrado 183 casos, lo que supone un incremento del 11,59 % respecto al año anterior, según los datos del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea.
A nivel estatal, el panorama tampoco ha sido alentador: se notificaron más de 17.000 agresiones al personal del Sistema Nacional de Salud, con una cifra récord de 847 ataques a médicos, el dato más alto desde 2010.
El sindicato ha presentado este jueves la nueva ‘Guía contra las agresiones externas a sanitarios’, un documento que busca ofrecer a los profesionales, especialmente a los médicos, herramientas de prevención, intervención, notificación y denuncia ante este tipo de situaciones.
Laura Vásquez, autora de la guía, ha subrayado el carácter práctico del documento, que incluye contactos de emergencia, protocolos de actuación y recomendaciones útiles, además de reflexiones y propuestas de mejora institucional. También ha hecho un llamamiento a las instituciones para que se impliquen activamente, reclamando una red de recursos y campañas de sensibilización que ayuden a visibilizar el problema y eviten la desinformación.
La profesional ha explicado que el perfil más frecuente de médico agredido corresponde a una mujer de Atención Primaria, de entre 35 y 55 años, siendo la consulta médica el lugar donde más suelen producirse las agresiones. En la mayoría de los casos, el agresor es un hombre, generalmente el paciente y no el acompañante.
En cuanto al tipo de ataque, más del 75 % han sido agresiones verbales, frente a las físicas. Vásquez ha señalado que el interés del sindicato por dotar de recursos a los facultativos responde a que son el grupo con mayor número de notificaciones por agresiones sufridas.
Por su parte, Juan Ramón Sanchiz, presidente del Sindicato Médico de Navarra, ha afirmado que el número real de casos podría ser mayor del que reflejan las cifras oficiales, ya que existe un “infradiagnóstico del problema”. Ha insistido en la importancia de denunciar cada agresión, por leve que parezca, para dar visibilidad a la situación.
Sanchiz ha atribuido este incremento, en parte, a cambios socioculturales y a los problemas de falta de personal médico, que pueden derivar en retrasos en la atención y aumentar la tensión con los pacientes. “Sin ser una justificación, estos factores generan una mayor irritabilidad”, ha comentado.
Finalmente, Pilar Anadón, delegada de Riesgos Laborales del sindicato, ha destacado que “los médicos conviven con un alto nivel de riesgo de sufrir agresiones, siendo uno de los colectivos más afectados dentro del ámbito sanitario”.
