El popular canto a la Virgen de la Nieva, patrona de Falces, ha vuelto a sonar durante las fiestas de la localidad antes de cada encierro del Pilón.
La cita, que se celebra cada mañana en fiestas a las nueve horas, arranca con esta pieza musical que los vecinos han convertido en una seña de identidad.
La canción, creada en 1978, acumula 41 años de historia y ha conseguido mantenerse viva gracias al cariño de los falcesinos, que la han transmitido de generación en generación. Incluso ha llegado a escucharse en algunas zonas de Francia, como reflejo del fuerte arraigo de esta tradición.
El artífice de la melodía es Pablo Amorena Eleta, de 82 años. Pamplonés de nacimiento y párroco de Falces desde hace más de cinco décadas, Amorena dotó de música a la letra que ya había escrito el vecino Ignacio Olcoz Egea. “Me gusta mucho cuando la oigo, tiene una melodía sencilla y creo que está bastante bien”, comentó el sacerdote en un reportaje de NAVARRA.COM, que la define como una composición “muy cantable”, fácil de memorizar y siempre interpretada por la banda local.
Amorena cuenta con una amplia trayectoria musical: fue director del Coro de Pamplona, miembro de la Escolanía Santa María la Real, alumno de Fernando Remacha en el conservatorio Pablo Sarasate y discípulo en canto gregoriano de Félix Huarte.
Entre 1963 y 1967 fue subdirector de la Schola Cantorum del seminario conciliar y, tras ordenarse sacerdote, se hizo cargo de la Coral de Nuestra Señora de las Nieves, que todavía dirige. Además, presidió la Federación de Coros de Navarra hasta 1991.
La letra de Olcoz, que sigue presente en la memoria colectiva de Falces, recoge la esencia del encierro del Pilón y el homenaje a la patrona:
"Al que corre en el Pilón,
no le quites de valiente,
échale un beso a la Virgen
que en la cuesta está presente;
van a tirar el cohete,
ya está la mecha encendida,
y el que no corra el encierro
que se retire enseguida".
El ritual no acaba ahí. Cada mañana, a las siete horas, se coloca la figura de la Virgen en la cuesta final del recorrido, en la parte más emblemática del encierro.