Apenas faltaban dos horas para cerrar y parecía que el día estaba ya solventado. Nada más lejos de la realidad. Los trabajadores de la gasolinera Cepsa Mutilva II, en el kilómetro 4 de la PA-30 sentido Francia, se llevaron un buen susto hacia las 21:12 horas. Un ladrón encapuchado entró en el establecimiento con la mano en el bolsillo, dejando entrever que llevaba un arma.
Así lo ha relatado a Navarra.com un testigo del robo. Según esta fuente, el ladrón llegó a la gasolinera a pie, desde el puente peatonal que la conecta con la localidad de Mutilva. Vestía totalmente de negro, iba encapuchado, con gafas de sol y se cubría el rostro con una mascarilla quirúrgica.
Al parecer, se acercó al punto de cobro con la mano metida en el bolsillo. No obstante, esta persona desconoce si llevaba, efectivamente, un arma o lo simulaba para amedrentar a los trabajadores.
Surtió efecto porque pudo entrar en el mostrador, abrir la caja registradora y llevarse el efectivo que había dentro de la misma.
La empresa de seguridad responsable del establecimiento mandó inmediatamente a la Guardia Civil. A la llegada de los agentes del Instituto Armado, el ladrón había huido. También acudió la Policía Foral, ya que desde la gasolinera dieron aviso a SOS Navarra. Por ese motivo, se empezó a patrullar con el objetivo de dar con él.
Fuentes de la Guardia Civil de Navarra han confirmado a Navarra.com que se investiga este robo en la gasolinera Cepsa Mutilva II, aunque no han podido facilitar más datos de esta operación. Por tanto, se desconoce si el ladrón ha sido ya detenido o si, por el contrario, se le sigue buscando.
Los responsables de la gasolinera han detallado que, en el momento en el que se produjo el atraco, había un cliente repostando en el exterior y dos empleados (un hombre y una mujer) dentro de la tienda.
Según han contado a Navarra.com, el ladrón pasó de largo del cliente, entró en la tienda y se cruzó con el empleado, al que empujó para apartarlo y lo llegó a estampar contra la pared.
A continuación, se dirigió al mostrador, donde se encontraba la empleada. Esta estaba en tal estado de shock que no fue capaz de activar el botón de atraco. El ladrón pasó dentro del mostrador, abrió la caja fuerte y sacó de ella los menos de 300 euros que había dentro.
"Las gasolineras estamos preparadas para no tener mucho dinero en efectivo", recuerdan desde el establecimiento. Y señalan que es una medida pensada para evitar este tipo de robos. Y lamentan que, para llevarse tan poco dinero, sus empleados han tenido que vivir un gran susto. Tanto que el hombre tuvo que acudir por la noche a urgencias tras sufrir un ataque de ansiedad.
Además, les llama la atención que se arriesgara tanto. "Incluso, se llevó unas gominolas", comentan sorprendidos. Y se fue tranquilamente por la pasarela, donde cometió un error que podría facilitar su detención. "Sabía que dentro de la gasolinera había cámaras. Por eso, iba tan tapado. Pero al irse por la pasarela, se destapó", indican esperanzados los responsables.
