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TRIBUNALES

Ni Fiscalía ni acusaciones dudan: los tres procesados fueron a Cáseda "con ánimo de matar"

Las conclusiones finales aportadas durante la sesión de este viernes señalan a los tres como autores de los crímenes y con un plan preconcebido para actuar. 

GRAFCAV5462. PAMPLONA, 24/05/2021.- La Audiencia Provincial de Navarra acoge desde este lunes el juicio con jurado por un triple crimen perpetrado en Cáseda en septiembre de 2018, tras el enfrentamiento entre dos familias. En sus conclusiones provisionales, el fiscal solicita 60 años de prisión —20 por cada uno de los tres delitos de asesinato— para los tres acusados —padre y dos hijos— de la muerte de Fermín J.E., de 50 años, y de dos de sus hijos, José Antonio y Cristian, de 20 y 17 años, quienes fallecieron a consecuencia de los disparos de escopeta recibidos. En la imagen, en primer termino uno de los abogados de los acusados (d) y detrás dos de los tres procesados.  EFE/ Jesús Diges Pool
La Audiencia Provincial de Navarra acoge el juicio con jurado por un triple crimen perpetrado en Cáseda en septiembre de 2018. En la imagen, en primer termino uno de los abogados de los acusados (d) y detrás dos de los tres procesados. EFE/ Jesús Diges Pool

El Ministerio Fiscal ha manifestado que los tres asesinados en Cáseda el 18 de septiembre de 2018 "no pudieron ejercer ninguna defensa" ante los acusados, que tenían "ánimo de matar".

Además, ha considerado que hubo coautoría de asesinato con alevosía por parte de los tres procesados, Juan Carlos J.J. padre, Juan Carlos J.J. hijo y Emilio J.J.

La quinta jornada de la vista oral del juicio que se sigue en el Palacio de Justicia de Pamplona por esta causa ha comenzado con la presentación de las conclusiones por parte del Ministerio Fiscal, quien ha relatado los hechos probados a su juicio.

Según ha apuntado, "por desavenencias conyugales" entre el hijo y hermano de los fallecidos y la hija y hermana de los acusados, la mujer había ido a casa de sus padres a Muniáin de la Solana y el día de los hechos tuvo una discusión con sus padres. "A mediodía decidió irse y reanudar su convivencia en Cáseda. No pide ayuda ni a su padre ni a sus hermanos, lo hace a espaldas de ellos, y acude a un conocido a quien solicita el favor de trasladarle" a Cáseda, ha explicado el fiscal.

Según ha continuado, esa tarde "Emilio empieza a enviar mensajes -a la hermana- para ver dónde estaba; él dice que iba a llamar a Fermín -padre del marido y víctima en los hechos-, lo que es importante porque es la causa, se le avisa a Fermín de que van a pegarle a su hijo. No tiene necesidad de llamarle", ha dicho el fiscal, para añadir de que al advertir al padre de su yerno, "en el código de actuación gitano, es como incitarle, decirle vete que voy a pegar a tu hijo y tienes la obligación de defenderle".

El fiscal ha seguido exponiendo que "estas personas en el momento en que llaman a Fermín y hasta que salen de Muniáin de la Solana están, más o menos media hora, preparando toda la actuación, maquinando lo que van a realizar, metiendo las armas en el coche".

Los tres acusados "habían metido una escopeta cargada en la parte trasera del coche, perfectamente acondicionada, dispuesta para el disparo". "Siempre se había dicho que se había sacado la escopeta de la parte trasera del coche, no había discrepancia; pero en este juicio, después de dos años y medio, aparece ahora que la escopeta estaba en el maletero", ha dicho, para hacer referencia al resto de armas que llevaban en el vehículo.

El fiscal ha añadido que, al llegar a Cáseda, "dejan el coche al lado de donde están estas personas -familia de las víctimas-", "tenían que dejar el coche cerca". "Juan Carlos padre baja y le dio un tortazo a su hija", ha señalado, para considerar que acusamos de "maltrato a una mujer". "Luego le pega un tortazo al yerno y se enzarza con Fermín y se empiezan a pegar", ha comentado para señalar que al tiempo "Juan Carlos hijo se enzarza también" con el yerno.

En un momento determinado, ha expuesto, uno de los hermanos del marido "va al coche a buscar el bastón" del padre, se le pega un golpe a Juan Carlos padre y éste "grita 'saca, saca' y Emilio saca la escopeta, se la da a su padre y Juan Carlos hijo dice 'dispara, dispara' y dispara primero a Fermín, después a Cristian y finalmente a José Antonio". Nada más emprender la huida, ha relatado el Ministerio público "llaman a la madre para que se preparara, que tenían que salir huyendo".

ARGUMENTACIÓN DEL FISCAL

El fiscal ha señalado que, en su primera declaración, el hijo y hermano de las víctimas, en la situación en que se encontraba tras los hechos, es "normal" que no expusiera todos los detalles, como que no dijera al principio y sí en sus declaraciones posteriores que los acusados gritaran "saca, saca" o "dispara, dispara". "No supone ninguna tacha porque no es contradecir sino que es complementar", ha apuntado, para afirmar que "en la declaración de la mujer sí encontramos contradicciones y mintió a la Policía descaradamente", por ejemplo, en su traslado a Cáseda.

El fiscal ha defendido la "veracidad" del testimonio del familiar de los fallecidos, que "cumple todos los requisitos y es una prueba más que suficiente", que "queda constatado con otras pruebas". A su juicio, los tres procesados, "han venido a lo que venían, se montan en el coche y se van, no se quedan a ver si están vivos, y lo primero que hacen es llamar a su madre para que se prepare; además le metieron cinco cartuchos después a la escopeta".

El Ministerio fiscal ha señalado que hubo "ánimo de matar" por parte de los tres acusados. "Viendo el arma utilizada, ha cogido el arma cargada y hasta los cartuchos son los más letales que había, los de postas; y como José Antonio no cae primero le metemos otro disparo", ha expuesto, para señalar que hay "alevosía cuando se rompe la igualdad y hay situación de superioridad del agresor sobre el agredido".

Fue algo "imprevisto" y "sin posibilidad de defenderse" por parte de las víctimas, que "no pudieron ejercer ninguna defensa", ha expuesto el fiscal.

"COAUTORÍA"

En este caso, ha defendido que "se dan requisitos para hablar de coautoría" en estos hechos. "Los tres intervienen", ha dicho, para precisar, que se ve tanto en las llamadas previas al traslado a Cáseda como en que "Juan Carlos hijo reconoció de forma espontánea a un policía -tras los hechos- que había tocado la escopeta para meterla en el coche, está en el atestado".

Para el fiscal, también se comprueba esa coautoría en las frases que dijeron los acusados durante la pelea de "saca, saca" o "dispara, dispara" y en la huida de los procesados, "que se desentendieron de las víctimas, dos estaban vivas, se montan en el coche y se van".

Ha indicado el Ministerio público que "no se cumple ningún requisito para que fuera legítima defensa". Ha comentado que en el coche alguien cargó otra vez la escopeta, "el padre iba conduciendo y a estas alturas no sabemos quién lo hizo, ¿eso es cooperar con la Justicia?". Y ha continuado, además, que no fue un arrebato porque requería un estímulo que, en su opinión, no existe. "Los muertos no hicieron nada, fueron citados a defender a su hijo; y que la mujer se fuera de la casa familiar tampoco es un estímulo suficiente", ha expuesto.

ACUSACIÓN PARTICULAR

Por su parte, la acusación particular ha manifestado este viernes que el "ánimo de matar" por parte de los tres acusados, Juan Carlos J.J. padre y sus dos hijos Juan Carlos J.J. y Emilio J.J., aquel día fue "claro".

En la quinta sesión de la vista oral que se celebra en el Palacio de Justicia de Pamplona por esta causa, el letrado ha señalado que la familia de las víctimas no ha acudido estos días al juicio porque "no lo podían soportar" y ha expuesto que "el dolor que tienen es inconmensurable".

Según ha subrayado, "no saben los días que llevaba" el hijo y hermano de las víctimas "sin dormir antes de venir aquí -a declarar como testigo-". "En nombre de la familia, quiero homenajear a las víctimas y agradecerles -al jurado- que vayan a hacer justicia en su nombre y en nombre de la sociedad; que la familia tenga el gran consuelo de que la sociedad ha hecho justicia", ha manifestado.

En la defensa de sus conclusiones, la acusación particular ha señalado que en el vehículo en el que se desplazaron los tres acusados a Cáseda, a dónde se había vuelto su hija y hermana, para retomar la convivencia con su marido -hijo y hermano de las víctimas-, habían metido "cuatro cuchillos, a parte de las escopetas y las navajas, eso es un arsenal".

El letrado ha indicado que al llegar a Cáseda, "lo primero que hace es golpear" a la hija y hermana y al yerno y cuñado. "¿Eso es hablar?, ¿esa es la intención pacífica?, ¿esa es la manera que entiende de entablar una conversación?", ha planteado.

A su juicio, "el ánimo de matar es claro, disparar con postas a una distancia de dos metros..., después disparar a Cristian otro tiro mortal, un chaval de 16 años que no había hecho nada, y después a 10 metros no le da opción, dispara un tiro y como falla le dispara otro; no dispara al aire, al suelo, a las piernas...".

Sobre la frase "saca, saca" que alguien dijo durante la pelea, ha señalado el abogado que "si lo dijo Juan Carlos padre, uno de los hijos tuvo que sacar la escopeta, y si lo dijo uno de los hijos instan a su padre a sacar el arma". Según ha dicho, el hijo y hermano de las víctimas "no ha dudado nunca de que la persona que dice 'saca, saca' es Juan Carlos padre". "Y también hay un testigo que también lo oye", ha dicho, para continuar que "sabe perfectamente lo que le van a sacar e inmediatamente después se oyen los disparos".

Y sobre el argumento de la defensa de que Juan Carlos padre actuó con arrebato, ha indicado que "los informes de la psiquiatra dicen que tiene síntomas depresivos ahora pero que en el momento de los hechos estaba en perfectas facultades intelectivas y volitivas". "El acaloramiento de una pelea no es un arrebato, por lo que no se puede entender una atenuante en ese sentido", ha opinado.

Además, ha señalado que los acusados, tras los hechos, "no se quedan en shock, se van y el padre conduce perfectamente marcha atrás y pone el coche a toda velocidad huyendo del lugar; sabe lo que hace y cómo hacerlo".

Asimismo, la acusación particular ha afirmado que, para que hubiera legítima defensa, es necesaria una agresión externa y sin embargo, ha dicho, "Juan Carlos padre primero agrede -a su hija y a su yerno- y después reta a Fermín -consuegro-. ¿Dónde está además la legítima defensa contra Cristian y contra José Antonio -las otras dos víctimas?", ha dicho.

El abogado ha manifestado que ha visto "algo de arrepentimiento" en el padre pero no en los hijos. "Pero estoy por verlo en el momento, porque lo primero que hacen es huir, no atender a las víctimas", ha dicho, para exponer que si realmente se querían entregar a la Policía "tenían a 200 metros el cuartel de la Guardia Civil de Cáseda". Cuando en la huida se cruzaron con un coche de la Policía Foral no pararon, ha continuado, "les tienen que perseguir varios kilómetros hasta que les alcanzan, eso no es entregarse, eso es que les han cogido; y si me voy a entregar, ¿municiono una escopeta?".

El abogado ha señalado que "los disparos impidieron la defensa, no pueden taparse, no tenían la más mínima posibilidad de defensa".

"ACUERDO PREVIO" ENTRE LOS TRES

Para la acusación particular, existía "un acuerdo previo de todos ellos de ir con objetos y armas" a Cáseda y "con un simple 'saca, saca' Emilio sabe perfectamente lo que tiene que sacar", por lo que ha considerado a los tres "coautores" de los hechos.

"Si Emilio estaba en el interior del vehículo y, tras escuchar esas palabras, tiene que sacar la escopeta cargada y ponerla a disposición de su padre... eso está decidido con anterioridad. Hay un concierto previo y un conocimiento de dónde está el arma y cómo está", ha asegurado, para exponer que el hijo y hermano de las víctimas "nunca se ha contradicho" en sus declaraciones y así lo ha relatado.

Sobre Juan Carlos hijo, ha comentado que "se estaba pegando" con su cuñado, pero el cuñado "dice -en sus declaraciones- que le insta a utilizar el arma al decir 'dispara, dispara'". "Entendemos que eso está perfectamente acreditado", ha indicado, para señalar sin embargo que la mujer, en sus distintas declaraciones, "ha mentido en varias ocasiones".


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