"Eran mejores que nosotros en todos los aspectos", admitió Zidane tras el partido. Una excusa que no explica la lección táctica que Thomas Tuchel le dio al francés. Desde el saque de salida, el equipo local estaba en una marcha diferente a la de sus rivales, ganando el balón en campo contrario y moviendo el balón con acierto, lejos de los visitantes lentos y desarticulados.
El equipo blanco, superado en todas sus líneas, recibió el primero de los tres goles en su contra a mediados de la primera parte, Con un Courtois frente al remate al primer palo de Ángel Di María, exjugador del Real Madrid que finalmenter marcaría por partida doble ante su exequipo del que no salió por la puerta grande por sus diferencias con Florentino Pérez.
Con menos de media hora de juego, Karim Benzema gritaba a sus compañeros, furioso por su único intento de presionar, pero nada despertaba a un Madrid desconocido. El Madrid, dividido en dos, donde su defensa era tan profunda que los centrocampistas estaban en el borde del área y no estaban en condiciones de ayudar a la línea de ataque a subir. Esto, a su vez, no hizo más que empeorar sus intentos fallidos de escapar a la presión del PSG.
Los parisinos continuaron jugando a su voluntad, y no es exagerado decir que para cuando Thomas Meunier marcó el tercer y último gol en el tiempo añadido, ya podían estar cinco más arriba. La naturaleza de ese gol resumió las insuficiencias del Madrid: rematado por el lateral derecho, después de que él y el lateral izquierdo del PSG eliminaran a los centrales del Madrid y a su guardameta con una combinación de pases.
Ahora, a centrarse en LaLiga
El fin de semana pasado, el equipo blanco estuvo a salvo de dejar escapar una ventaja de tres goles contra el Levante en el Bernabéu. Ya han perdido dos puntos en cuatro jornadas de La Liga, contra el Villarreal y el Valladolid, que la temporada pasada se vieron envueltos en batallas por el descenso.
Ahora toca centrarse en la liga donde este fin de semana el Real Madrid se enfrentará al Sevilla, un rival más que difícil como así lo demuestra las últimas temporadas, en las que no ha logrado buenos resultados cuando ha jugado en el Sanchez Pizjuán.
El equipo sevillista, entrenado por Julen Lopetegui, ex entrenador del Madrid, es co-líder de la clasificación y sin duda, será una dura prueba para los de Zidane. Una victoria en Sevilla supondría un golpe de moral a jugadores, seguidores y aficionados. Para aquellos a los que les gusta realizar apuestas deportivas cada fin de semana, esta jornada y en este partido, tenemos un choque absolutamente apasionante.
En cualquier caso, estamos ante una jornada con un partido que ya es un clásico de La Liga, y que siempre deja buenas historias. El de este año, además, llega lleno de morbo por las historias cruzadas entre ambos equipos. ¡Que empiece a rodar el balón!