El fuego se ha cebado con la localidad portuguesa de Pedrógão Grande, donde un incendio ha arrasado varias aldeas y ha causado decenas de muertos y heridos. Al menos 62 personas han muerto y más de 50 se encuentran heridas a causa de las llamas que devoran los terrenos de este municipio del centro de Portugal.
Al menos 30 de las víctimas mortales han sido halladas en sus coches, mientras que otra veintena ha sido descubierta en los andenes de la carretera por donde trataban de huir a pie de la zona boscosa que se ha transformado en un auténtico 'infierno'.
Entre las decenas de heridos, algunos de ellos son bomberos que trabajan por evitar la extensión de las llamas, según el último balance realizado por el Gobierno luso.
"ES DIFÍCIL SABER SI HUÍAN O FUERON SORPRENDIDOS POR EL FUEGO"
"En este momento tenemos la confirmación de varias víctimas mortales", confirmaba el secretario de Estado de Administración Interna del Gobierno, João Gomes durante la madrugada, en una de las primeras declaraciones a los periodistas en las que precisó que todas las víctimas del siniestro son civiles. Conforme discurren las horas, el balance de víctimas mortales se está elevando.
Algunos de los fallecidos fueron sorprendidos en el interior de sus vehículos por las llamas, según el secretario de Estado, que apuntó que, de momento, se desconocen las causas de este incendio. "Es difícil decir si estaban huyendo de las llamas o se vieron sorprendidos por el fuego", dijo el secretario de Estado de Interior Jorge Gomes.
Además de las víctimas mortales y heridos, hay dos personas desaparecidas y el fuego ha destruido algunas viviendas de la zona, a la que se ha desplazado esta noche el jefe del Estado, Marcelo Rebelo de Sousa, y el primer ministro luso, António Costa.
Las llamas se propagaron de forma "que no tiene explicación", según Gomes, quien destacó las dificultades para acceder a las áreas afectadas.