La autopsia practicada a Julen, el niño de dos años que murió tras caer a un pozo el 13 de enero en Totalán y cuyo cadáver ha sido rescatado en la madrugada de este sábado, revela que el menor sufrió politraumatismos y que su caída fue de pie.
La autopsia determina que el pequeño se precipitó de pie en el pozo y que sus brazos estaban hacia arriba, según fuentes cercanas a la investigación, que también han destacado que el pequeño presenta erosiones compatibles con roces en la caída.
Asimismo, han precisado que la muerte se habría producido en horas próximas a la caída en el pozo el pasado 13 de enero, que fue cuando se activó la alerta para el rescate del niño.
El cuerpo sin vida de Julen fue localizado a la 1.25 horas de este sábado cubierto de tierra y a 71 metros de profundidad, hasta donde se precipitó desde el orificio de unos 25 centímetros de forma "rápida y libre".
El levantamiento del cadáver, cuya autopsia comenzó a las 8.30 horas y ha finalizado a primera hora de la tarde, se llevó a cabo por la autoridad judicial desplazada hasta la zona sobre las 4 de la madrugada.
Posteriormente fue trasladado al Hospital Clínico de Málaga para hacerle un estudio radiológico, según han indicado las mismas fuentes, y a continuación fue llevado al Instituto de Medicina Legal de Málaga.
La autopsia ha sido remitida a la autoridad judicial competente aunque quedan pendientes algunas pruebas que se harán en los próximos días tras la recogida de muestras en el cuerpo del pequeño.