España recupera este día de Nochebuena la obligatoriedad de llevar mascarilla al aire libre independientemente de la distancia de seguridad pese a que no dejan de arreciar las críticas a una medida cuya utilidad cuestionan los expertos y divide a los políticos. Además, varias Comunidades Autónomas han decidido aumentar las restricciones.
España registró el jueves por tercer día consecutivo un nuevo máximo de contagios por coronavirus con 72.912 positivos, tras aumentar en 127 puntos la incidencia hasta los 911 casos.
Sin embargo, el Ejecutivo defiende que la situación no es la de marzo de 2020 ni la de las Navidades del año pasado, por lo que apuesta por la mascarilla y por la vacunación para controlar la nueva ola, dejando en manos de las comunidades autónomas la posibilidad de implantar medidas más duras en función de la situación de cada territorio.
El real decreto ley aprobado este jueves por el Consejo de Ministros supone que "cada vez que salgamos, tenemos que ir con ella puesta" salvo en "espacios naturales" o para practicar deporte individual, según ha explicado en rueda de prensa la ministra de Sanidad, Carolina Darias.
Y esa es la diferencia con el real decreto ley que dio luz verde en junio, que liberó de su uso al aire libre siempre y cuando se pudiera mantener la distancia de seguridad interpersonal de 1,5 metros.
Ahora tendrá que usarse en cualquier circunstancia, independientemente de la distancia, salvo dos supuestos, el de practicar deporte individual o estar en un espacio natural, aunque si es con no convivientes sí que habrá que mantener el metro y medio.
"Si estás en una ciudad y sales a hacer deporte estás excepcionado, o en la playa con convivientes, e igual en el campo"; pero "en una plaza de un pueblo, será obligatorio llevarla", ha ejemplificado Darias.
En cualquier caso, se trata de una "medida temporal" que estará en vigor durante "el tiempo imprescindible hasta que mejore la situación epidemiológica" actual, de gran incremento de la incidencia.
La nueva normativa mantiene el resto de lo fijado por su predecesora: el cubrebocas seguirá siendo obligatorio en espacios cerrados de uso público, en los medios de transporte público de cualquier tipo, así como privado complementario de hasta 9 plazas si los ocupantes no conviven en el mismo domicilio.
Quedan eximidos los pasajeros de buques en su camarote y los colectivos que viven en espacios cerrados de uso público como instituciones de mayores o de atención a personas de diversidad funcional, y dependencias destinadas a personas que sean trabajadores esenciales.
Como requisito a esta exención, que no será aplicable a los trabajadores ni a los visitantes a estos centros, las coberturas vacunales con pauta completa deben ser superiores al 80 % , sumando ahora la dosis de refuerzo que no había en junio.
El Gobierno se ha amparado en las aglomeraciones vistas los últimos días y el aumento de la movilidad y las interacciones sociales de estas fechas para justificar la vuelta de la imposición de la mascarilla al aire libre.
También en que "lo avalan los científicos" y hay estudios en "Estados Unidos y Alemania que hablan de la relación de la propagación de los aerosoles y de la mascarilla para evitar esa propagación", según ha dicho Darias.
Aunque nada más conocerse la medida que trasladó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a los dirigentes autonómicos en la Conferencia de Presidentes celebrada este pasado miércoles, la comunidad científica salió en tromba para criticar una medida cuya eficacia ponen en tela de juicio.
"NO TIENE NIGUNA LÓGICA"
Críticas que han seguido hoy: expertos de la Sociedad de Epidemiología (SEE), de la Sociedad Española de Salud Pública (Sespas), de los Médicos de Familia y del Consejo de Enfermería consultados por Efe coinciden en señalar su decepción.
El vicepresidente de la SEE, Óscar Zurriaga, ha lamentado que sea la única medida del Ejecutivo para luchar contra la sexta ola cuando se ha demostrado que "nunca ha sido de especial eficacia". "Lo que no puede ser es que ahora sea obligatoria en exteriores y cuando entremos en un bar nos la quitemos. Esto no tiene ninguna lógica. Lo importante es que la usemos en interiores, que haya ventilación y que evitemos las aglomeraciones", ha zanjado.
"Implantar la mascarilla en exteriores es inútil porque sabemos desde hace tiempo que tenemos un riesgo hasta 20 veces mayor de contagio en interiores", ha añadido Manuel Franco, portavoz la Sociedad Española de Salud Pública (Sespas), que considera que "es una medida contraproducente y mal tomada", además de "perjudicial porque nos estamos yendo de foco y desanima, porque ahora la población ya sabe mucho".
Al presidente de la Sociedad Española de Medicina de Familiar y Comunitaria (Semfyc), Salvador Tranche, le parece de "dudosa eficacia" tanto el certificado covid como las mascarillas en exteriores, si bien ha valorado la potenciación de la vacunación, la dotación económica para incorporar recursos en la Atención Primaria incluso incorporando a personal jubilado y el objetivo de reducir la temporalidad por debajo de un 8 %.
MEDIDAS POR CCAA
Entre las comunidades con mayor incidencia está Madrid, que este jueves ha alcanzado una cifra récord en toda la pandemia con un total de 20.195 nuevos positivos, y que sin embargo es una de las pocas que no contempla implantar nuevas medidas, al confiar en la vacunación y la responsabilidad individual.
La más estricta actualmente es Cataluña, con una fuerte presión hospitalaria y donde este viernes ha entrado en vigor el toque de queda nocturno entre la 1 y las 6, la limitación de reuniones a un máximo de 10 personas, el cierre de discotecas y la reducción de aforos (al 70 % en cines, teatros, espectáculos y ceremonias religiosas y al 50 % en el interior de bares y restaurantes).
Cataluña mantiene además la exigencia del pasaporte covid, implantado por el momento en otras diez comunidades: Galicia, Baleares, Aragón, Navarra, País Vasco, Murcia, Comunidad Valenciana, Cantabria, Canarias y Andalucía.
A todas ellas se sumará pronto Asturias, que pedirá el pasaporte covid a partir de la semana que viene para acceder a locales de hostelería, centros sociosanitarios o gimnasios tras conseguir recientemente el aval de la Justicia.
Murcia es junto con Cataluña la otra comunidad con más restricciones, al decretar desde este viernes el cierre de la actividad no esencial a la una de la madrugada y la limitación del número de comensales por mesa en la hostelería, con un máximo de 10 personas en el interior y 12 en el exterior.
Por otro lado, las pistas de baile tendrán que cerrar en Murcia durante la Navidad, estará prohibido el consumo de bebidas de pie en los locales de ocio nocturno y habrá limitaciones de aforo, que serán por ejemplo del 50 % en recintos culturales como cines y teatros.
Canarias limita a un máximo de diez el número de personas que pueden reunirse en el ámbito privado y familiar, pero por el momento sólo en Nochebuena y en Navidad y en las islas que estén en nivel 2 y 3 de alerta (Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura, La Palma y La Gomera).
Además, el Gobierno canario ha recortado el horario de los establecimientos de ocio y restauración, que tendrán que cerrar entre la una y las tres de la madrugada, en función del nivel de alerta de cada isla.
Galicia mantiene en ocho el límite de personas por mesa y la prohibición de celebrar cócteles y actos de recepción con aperitivo y público de pie en la hostelería, mientras que en Extremadura no están permitidas las visitas a los pacientes hospitalizados.
Por su parte, Castilla y León y Castilla-La Mancha son junto a Madrid las otras comunidades que no han implantado el pasaporte covid ni han decretado otro tipo de medidas excepcionales para unas fiestas que por segundo año estarán marcadas por la pandemia.
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