"El propio sistema es 'La Manada'. Sin compasión con los agresores" puede leerse en un cartel en euskera colocado en una de las sedes de la UPV.
A la espera de que se estudien los recursos que todas las partes implicadas van a presentar contra la sentencia que condena a 'La Manada' a 9 años de prisión por un abuso sexual y no por violación, las protestas sociales contra la decisión jurídica siguen produciéndose.
La última imagen en esta campaña de críticas hacia el sistema judicial se ha producido en la Facultad de Ciencias Sociales y Comunicación de la Universidad del País Vasco (UPV), en Leioa.
Durante la madrugada del miércoles al jueves se ha colocado un cartel en euskera con el lema "El propio sistema es 'La Manada'. Sin compasión con los agresores".
La pancarta está acompañada por cinco muñecos colgados a modo de personas ahorcadas y con una diana dibujada en la parte frontal. Se trata de una violenta crítica que recuerda a otras aparecidas recientemente en Navarra.
De hecho, en el gaztetxe del palacio del Marqués de Rozalejo, un edificio municipal 'okupado' en el centro de Pamplona, se retiró el pasado mes de abril un cartel en el que se podían ver las cabezas cortadas de los cinco condenados de 'La Manada' junto al texto: "Para qué difundir sus caras pudiendo exponer sus cabezas".
Además, la fachada del edificio del Tribunal Superior de Justicia de Navarra fue atacada con varias pintadas y carteles en los que podía leerse el lema: "No es no" o "Yo si te creo" tras conocerse la sentencia.
De hecho, antes de que la sección segunda de la Audiencia de Navarra emitiese su sentencia ya comenzaron las protestas sociales en esta dirección. Durante el juicio que se desarrolló en noviembre aparecieron unos muñecos 'ahorcados' colgados en un puente de la capital navarra y que simulaban a los cinco miembros de 'La Manada'.
Este mismo jueves el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN), Joaquín Galve, ha reconocido que los integrantes de la Sala de lo Civil y Penal, que él preside y que deberán resolver los recursos presentados ante la sentencia, sienten "presión".
"Para ser sinceros, preferiríamos no tener esta presión, pero una cosa es que la sintamos y otra cosa es que nos llegue a afectar o que esto se pueda traslucir en una resolución nuestra", ha afirmado Galve.
