El Juzgado de lo Penal número 2 de Almería ha condenado a A.C., de 33 años, y a L.E.A., de 51, después de que fueran sorprendidos con cerca de 2.800 bellotas de hachís que transportaban en un vehículo al que los agentes dieron el alto en la autovía A-7, pese a lo cual, los acusados trataron de escapar tras casi atropellar a un guardia y reventar las ruedas del coche de alta gama que llevaban, con el que recorrieron cuatro kilómetros antes de intentar escapar a pie.
El fallo, consultado por Europa Press y sobre el que cabe recurso ante la Audiencia Provincial, impone a los acusados tres años de prisión por un delito contra la salud pública y una multa de 200.000 euros. Asimismo, impone a A.C., como conductor del vehículo, tres años y cinco meses más de cárcel por un delito de atentado agravado contra un agente de la autoridad y una multa de 270 euros por lesiones, después de que agrediera a un guardia civil cuando intentaba detenerle tras su huida a pie.
Los hechos tuvieron lugar el pasado 19 de octubre cuando, sobre las 6,30 horas, se dio el alto a los sospechosos en un control ubicado en la A-7, en el término municipal de Níjar. Así, y ante el temor de que les fueran interceptadas las 2.791 bellotas de hachís que llevaban en una mochila, el conductor que había rebajado su velocidad "aceleró bruscamente", con lo que "haciendo caso omiso" a las señales de los agentes, obligó a uno de ellos a apartarse para evitar ser atropellado.
El conductor trató de darse a la fuga pese a que había reventado las ruedas del coche con los mecanismos de inmovilización dispuestos al final del control, con lo que tomó un cambio de sentido y recorrió cuatro kilómetros mientras que eran perseguidos por los agentes. Finalmente, el conductor y su acompañante abandonaron el vehículo en el arcén y trataron de huir a pie, aunque fueron detenidos metros después oponiendo A.C. una gran resistencia, por lo que un agente resultó lesionado con carácter leve.
27 KILOS DE DROGA
La droga intervenida arrojó un peso de 27,3 kilos y estaba valorada en unos 172.500 euros en el mercado ilícito. En este sentido, L.E.A., quien transportaba la droga, admitió su responsabilidad en sala al tiempo que trató de exonerar a su compañero, al asegurar que solo supo que él portaba el estupefaciente después de que se lo dijera al percatarse del control.
No obstante, el juez considera que A.C. era "conocedor del transporte de la sustancia y de su destino al tráfico ilícito", dado el volumen de la sustancia transportada y del comportamiento que adoptó ante su llegada al control, al tratar de eludir el mismo en lugar de detener el vehículo para "defender su inocencia", entre otras contradicciones.
Por otro lado, el magistrado Javier Fermín Villarrubia absuelve al conductor de un delito contra la seguridad vial en su modalidad de conducción temeraria, por el que la Fiscalía pedía 15 meses de prisión, al entender que no constituyen elementos suficientes pues no llegó a acreditarse que otros usuarios de la vía tuvieran que cambiar su trayectoria para evitar algún tipo de accidente o que el coche, en su huida, llegara a alcanzar una gran velocidad al tener las ruedas pinchadas.
El juez, que ha ordenado el decomiso del vehículo, ha acordado además la prórroga de la prisión en la que se encuentran los acusados desde su detención y que, una vez la sentencia sea firme, se cumpla al menos la mitad de las penas impuestas con sustitución por expulsión del territorio nacional durante cinco años una vez que accedan al tercer grado o les sea concedida la libertad condicional.