El jugador argentino de Osasuna Chimy Ávila cumple este sábado 27 años a poco tiempo de reincorporarse al grupo tras entrenar varios meses en solitario después de lesionarse de gravedad el pasado 9 de septiembre.
El carismático futbolista cayó hace 150 días durante un entrenamiento tras romperse el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha. Fue el mismo percance que sufrió en enero, aunque en esa ocasión fue en la izquierda.
A tres días de iniciar la competición liguera, Osasuna recibió un durísimo golpe del que tuvo que reponerse fichando nuevos refuerzos para tratar de reemplazar los goles y la entrega del Chimy, algo muy difícil de conseguir.
El tiempo pasa y el delantero rosarino ha hecho un esfuerzo diario por acortar los plazos de recuperación todo lo posible. Ayer, como viene siendo habitual, ex del Huesca salió a ver las evoluciones de sus compañeros en Tajonar.
Tras regalar unas cuantas instantáneas a los fotógrafos allí presentes a golpe de toques, vueltas al mundo o cariñosos gestos con el resto de la plantilla, Ávila se cambió las zapatillas de gimnasio por sus armas preferidas, las botas de fútbol.
El mediático fichaje de Osasuna en el verano de 2019 ensayó disparos desde la frontal de área junto con Unai García, David García y Nacho Vidal antes de ponerse bajo los palos para tratar de repeler los disparos del central de Ibero. El buen rollo que desprendía se fue transmitiendo a los jugadores que por allí pasaban.
El ‘Comandante’ siguió jugando a diferentes juegos más técnicos hasta acercarse a los tres periodistas que quedaban para comentarles lo siguiente: “Si Dios quiere, en semana y media estaré con el grupo”. Estas palabras llenan de ilusión a todo el osasunismo. La parroquia rojilla se identifica con el esfuerzo, el trabajo, la superación, el positivismo o la alegría que fomenta.
Todo el mundo conoce la mentalidad tan competitiva que encierra el argentino y su ansia por volver a los terrenos de juego deberá ser controlada bien de cerca por los servicios médicos del club.
Hace unos días, su entrenador, Jagoba Arrasate se mostró cauto al hablar sobre una posible fecha de regreso: “Ojalá sea un refuerzo para el tramo final de la temporada, todo apunta a que está bien, pero hay que ser precavidos”.
El número 9 ya cuenta los días para comenzar la última fase antes de volver a los terrenos de juego con el claro objetivo de ayudar a su equipo a mantener la categoría y volver a sentirse futbolista tras más de un año sin poder disputar un encuentro oficial.
Una vez recuperado al 100 %, será Arrasate quien decida a quién sentar para dar entrada al diestro si así lo considera. Desde Argentina ya sueñan con una dupla atacante junto con a su compatriota Jonathan Calleri, delantero que está cuajando una gran Liga. EFE
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