El concejal de Aranzadi en el Ayuntamiento de Pamplona, Armando Cuenca, ha reconocido por fin cuál era el objetivo de Joseba Asirón para el tráfico en el centro de Pamplona: convertirlo en una ratonera para los ciudadanos.
Cuenca ha sido el responsable de movilidad en Pamplona nombrado por Bildu y ha llevado a la ciudad al mayor caos de tráfico que se recuerda, con el cierre de calles, obras y peatonalizaciones sin sentido y con la queja de comercios y vecinos, indignados con sus medidas tanto en el Casco Antiguo como en Pío XII.
"Si es una ratonera para coches, es justo lo que se pretendía", ha admitido Armando Cuenca en una respuesta a un vecino que se quejaba en Twitter del despropósito con la amabilización de Pamplona.
"La zona amabilizada no es una autopista para cruzar la ciudad con fluidez: para eso tienes la PA30", ha añadido Cuenca criticando así a todos los vecinos de Pamplona que tienen la necesidad de pasar por el centro de la ciudad a diario por motivos personales y de trabajo.
Cuenca admite de esta manera lo que todo el mundo creía y no es otra cosa que destrozar el tráfico de una ciudad que funcionaba con normalidad para evitar que nadie pueda acceder ni llegar al centro de la ciudad, condenando así a la ruina a la vida del Casco Antiguo.
Desde que el concejal de Aranzadi-Podemos si hizo cargo del área de movilidad y Bildu se ocupó de la seguridad del tráfico los atropellos mortales en Pamplona se han sucedido de manera constante.
En las últimas semanas la situación del tráfico en Pamplona se ha agravado en horas punta, con permanentes y constantes atascos en el centro de la ciudad, que se expanden y llegan hasta el resto de los barrios.
La Policía Municipal, además, ha informado también de problemas con los semáforos y su sincronización que les ha obligado a intervenir para regular el tráfico en la ciudad.