La candidata a la presidencia del Gobierno de Navarra por el Partido Socialista de Navarra, María Chivite ha asegurado que su partido "no va a llegar a un acuerdo de Gobierno con EH Bildu", un discurso muy similar al que mantuvo durante toda la campaña electoral de 2019 y que luego incumplió no sólo llegando a un acuerdo de investidura sino también pactando todas y cada una de las leyes que ha sacado adelante, incluídos los cuatro presupuestos de la legislatura.
La candidata socialista ha asegurado en el debate organizado por Navarra Televisión que aspiran a ganar las elecciones y a hacerlo con más fortaleza, algo que sólo refrendan las encuestas encargadas y cocinadas por el propio PSN, mientras que la candidata de Bildu, Laura Aznal se limitó a reconocer que no sólo ha sido "una formación determinante" estos cuatro años, sino que "lo va a ser más".
La abertzale, en cuya lista figura el condenado por terrorismo Adolfo Araiz, prefirió no hablar de pactos sosteniendo que "llegará el momento y hablaremos", pero sí subrayó que su objetivo es "consolidar mayorías alternativas a la derecha".
Por su parte, el candidato de UPN, Javier Esparza, conminó a Chivite a que "sea valiente" y diga si va a incorporar a miembros de EH Bildu en su gobierno, si va a seguir dependiendo de ellos". Asimismo, señaló que aspira a "liderar un gobierno en solitario. No queremos un acuerdo de gobierno con el PSN".
El resto de los candidatos también se posicionaron sobre los posibles pactos postelectorales. Entre ellos, el de Ciudadanos, Carlos Pérez Nievas apuntó que a su juicio, "la decisión final" de quien gobernará en Navarra estará en Madrid; mientras que la candidata de Contigo Navarra, Begoña Alfaro se limitó a decir que su idea es "dar continuidad al cambio que se inició en 2015" y que su "única linea roja son las derechas".
Desde Geroa Bai, la candidata Uxue Barkos apostó también por la reedición del pacto de 2019 como única forma para pisar moqueta en el Palacio de Navarra, aunque dijo que el tiempo de hablar de pactos comenzará el 29 de mayo, el día siguiente de las elecciones.
Por último, desde el Partido Popular, el candidato Javier García también apostó por su partido como "la alternativa real" y apuntó que su formación no pactará "un gobierno con la señora Chivite".
Al margen de los pactos, María Chivite defendió la gestión sanitaria de su Gobierno, lo que fue contestado por la aplastante realidad de las cifras del incremento en las listas de espera por parte de García y Esparza. García acusó a Chivite de "no vivir en el realidad" y Esparza de "destrozar el mejor sistema sanitario de España".
Algo similar sucedió con el empleo, cuando la presidenta en funciones dijo que "Jamás en Navarra ha habido tantas personas trabajando y tantos proyectos de inversión". Esparza le contestó que Navarra "ha dejado de ser atractiva" desde el punto de vista fiscal, se marchan más empresas de las que vienen, y el empleo se ha deteriorado.
