El Colectivo de Víctimas del Terrorismo ha denunciado que 7 personas que integran las listas de EH Bildu en Navarra a las elecciones autonómicas y municipales del 28-M estuvieron condenados en el pasado por pertenencia y colaboración con ETA. Además uno de ellos participó en el asesinato de Jesús Alcocer Jiménez en Pamplona.
El partido que ampara bajo sus filas a los terroristas ha sido el socio prioritario del Gobierno de la socialista María Chivite para pactar no sólo los presupuestos, sino cualquier ley que necesitara sacar adelante; con el único fin de mantenerse en el cargo, puesto que necesitaba los votos de los proetarras para sacar los proyectos adelantes. Y todo ello tras haber asegurado en infinidad de ocasiones que jamás pactarían con el partido de la ETA.
Covite considera “especialmente grave” y “un peligro para la democracia” que personas con un historial criminal y terrorista opten ahora a cargo público, sin que se tengan en cuenta sus antecedentes penales. “Ninguna democracia digna, ningún Estado de Derecho consciente del significado de sus víctimas del terrorismo permitiría que las puertas giratorias de los terroristas fuesen la política. Que estas personas puedan llegar a ocupar cargos públicos, como si no hubiesen supuesto una gravísima amenaza a la democracia en el pasado, es preocupante y decepcionante”, ha afirmado Consuelo Ordóñez, presidenta de Covite.
En el caso de Navarra, se trata del todavía portavoz en el Parlamento foral, Adolfo Araiz, que figura en el número 2 de la lista para su reeleción, que fue miembro de la cúpula de HB que aprobó la ponencia Oldartzen, que hablaba de "socializar el sufrimiento" y a raíz de la cual, ETA comenzó a asesinar a cargos políticos del PP y del PSOE.
También en la lista al Parlamento de Navarra, aunque como suplente número 2, figura Juan Cruz Aldasoro Jauregui, que fue condenado en 2014 a 3 años de prisión por un delito de pertenencia a organización terrorista. La sentencia demostró que él y el resto de los condenados financiaron a ETA mediante las Herriko Tabernas.
Además, Bildu presenta etarras en las listas a la alcaldía de cuatro localidades navarras. En Ansoáin presenta concretamente a dos: Jon Garai Vales, que figura en el número 3 de la plancha, y que fue condenado en 2016 a 2 años de prisión por un delito de integración en organización terrorista como dirigente de Batasuna; y Jaione Carrera Ciriza, número 16 en el municipio de la cuenca de Pamplona y que fue condenada a 1 año y 6 meses por participación en organización terrorista.
Carrera formaba parte del Colectivo de Abogados-BL, que se dedicaba a recopilar la información sobre los presos de ETA que posteriormente entregaban a la organización terrorista. Su objetivo final era el adoctrinamiento de los presos de ETA y mantener la fidelidad de los presos a la organización terrorista.
En la localidad de Basaburúa, la izquierda proetarra presenta a Iker Isiegas Garisoain en el número 5 de la lista. Isiegas fue condenado en 2004 a 3 años de prisión por intentar colocar un artefacto explosivo en un banco de Pamplona en 1999.
El caso más grave es el de Juan Carlos Arriaga Martínez, número 3 en la lista a la alcaldía de Berrioplano, que fue condenado en 1989 a 29 años de prisión por el asesinato en 1984 de Jesús Alcocer Jiménez. El etarra realizó el control y seguimiento de los movimientos de la víctima y ahora podría hacer el control y seguimiento de los ciudadanos con otros fines.
Por último, el partido de Asirón y Aznal, ha presentado en Villava a Jorge Chocarro Zoco, que figura en el número 14 de la lista y que fue condenado en 2008 a 8 años de prisión por integración en organización terrorista como dirigente de las Gestoras Pro-Amnistía. El etarra fue responsable del área “Alde Hemendik” (“Fuera de aquí”).
Al margen de estos siete etarras, Bildu presenta 37 personas más formando parte de alguna lista electoral de Bildu en el País Vasco, de los cuales seis estuvieron condenadas por asesinato.
Se trata de Agustín Muiños Dias, “Tinin”, número 6 en la lista a la alcaldía de Legutiano, en Álava, y condenado en 1985 a 29 años de prisión por el asesinato en 1983 de José Antonio Julián Bayano.
También figura Begoña Uzkudun Etxenagusia, número 3 en la lista para la alcaldía de Régil y condenada en 1989 a 18 años de prisión por el asesinato de José Larrañaga Arenas en 1984.
Bildu cuenta con Juan Ramón Rojo González, número 21 en la lista a la alcaldía de Irún y condenado en 1996 a 30 años de prisión por el asesinato de Francisco Gil Mendoza en 1991.
También han tirado de Asier Uribarri Benito, número 4 en la lista para la alcaldía de Maruri y condenado en 2001 a 16 años de prisión por su participación como cómplice en el asesinato en 1997 del guardia civil José Manuel García Fernández.
José Antonio Torre Altonaga, alias “Medius”, es el suplente nº2 de la lista a la alcaldía de Munguía. Medius fue condenado en 1981 a 20 años de prisión por su colaboración en el asesinato en 1978 de Alberto Negro Viguera y Andrés Guerra Pereda.
Por último, Lander Maruri Basagoiti, suplente nº2 de la lista para la alcaldía de Ciérvena, fue condenado en 2001 a 16 años de prisión por su complicidad en el asesinato en 1997 del guardia civil José Manuel García Hernández.
La presidenta de COVITE, Consuelo Ordóñez, ha urgido a los responsables públicos a garantizar unos “mínimos principios políticos y éticos” en los nombramientos de los integrantes de sus listas, afirmando que “cualquier condenado por terrorismo, aunque haya cumplido su pena, debería estar obligado a repudiar públicamente su pasado criminal si quiere ejercer una función pública”, porque de lo contrario, “estaremos convirtiendo en referentes democráticos precisamente a quienes más han hecho por destruir nuestra democracia, atentando contra la vida y la integridad física y moral de miles de personas”.
Desde COVITE han criticado, asimismo, “que EH Bildu pretenda disimular su simbiosis con ETA” a la par que “abarrotan sus listas a las elecciones del 28-M de personas que pertenecieron a la organización terrorista y fueron condenadas por ello. Algunos incluso van en las listas con su nombre y el apodo que tenían en ETA, como es el caso de Agustín Muiños Dias, ‘Tinin’, y de José Antonio Torre Altonaga, ‘Medius’”. “Dicen tener empatía y sentir el dolor de las víctimas, pero es mentira. Si fuera cierto, si tuvieran algo de decoro y se arrepintieran de su colaboración con ETA, se retirarían de la vida pública y dejarían de dar lecciones de paz y democracia”, ha reprobado Consuelo Ordóñez.
