MÚSICA
Ainhoa Arteta: "Hubiera dado un brazo por cantar con Freddy Mercury"
La soprano Ainhoa Arteta vuelve a internarse en el ámbito del pop-rock con un disco de versiones con nombre de mujer.
La soprano Ainhoa Arteta vuelve a internarse en el ámbito del pop-rock con un disco de versiones con nombre de mujer.
La soprano Ainhoa Arteta vuelve a internarse en el ámbito del pop-rock con un disco de versiones con nombre de mujer y no descarta volver a hacerlo una cuarta o una quinta, esta vez con temas propios y/o duetos con artistas ajenos a la música lírica.
"Me encanta Pablo Alborán, me vuelve loca Alejandro Sanz y hubiera dado un brazo por cantar con Freddy Mercury", reconoce la artista guipuzcoana en una entrevista con Efe, celebrada hoy en Madrid por la publicación de "Mayi" (Universal Music).
Se trata de su tercera incursión en la música popular después de "La vida" (2008) y "Don't give up" (2010), esta vez con once temas con nombre de mujer, como "Layla" de Eric Clapton, "Annie's Song" de John Denver, "Veronica" de Elvis Costello o "Suzanne" de Leonard Cohen.
"Me atrae por qué todas las canciones de mujeres las componen hombres. Creo que es por el punto enigmático que hay en el ente femenino, que viene marcado porque todos nacemos de un útero materno", explica, antes de subrayar que la canción que más marca esta cualidad es la que da título al álbum, una referencia a la diosa madre.
Entre los cortes se cuela un inédito, "Valentina", con letra de David Trueba y música de su productor, Javier Limón, en lo que representa "un pequeño guiño" a sus planes de futuro de lanzar un disco con cortes nuevos.
¿Por qué abunda una lírica en este tipo de composiciones? "Yo no he nacido en el siglo XVIII, soy de los 60 y estos son artistas con los que he crecido", explica Arteta.
"Lo principal es porque me lo paso bien haciéndolo y porque trabajar con Javier es un placer. También por llegar al público masivo y aportar a la lírica más gente que venga los teatros... y además porque creo que suma y no resta", dice.
En ese sentido, se ha referido a las críticas que recibieron algunas de las versiones que hizo para el disco "Don't give up".
"(Los seguidores del rock) no son puristas, son casi talibanes. Me querían cortar la cabeza por hacer una versión de Kurt Cobain. En esta historia no muere nadie y lo peor que te puede pasar es que no te guste una versión. Las hay vomitivas en la historia de la música, pero no la pones y no pasa nada", opina.
Reconoce que hace 15 años no podría haber hecho este trabajo, primero por una cuestión de técnica y segundo por la dinámica de las carreras líricas.
"Si te catalogan como un cantante de pop, es difícil entrar luego en los teatros. Pero una vez establecido, conozco colegas como Gregory Kunde que canta pop que no te lo crees, desgarrando la voz", cuenta.
A ella lo que más le ha costado es precisamente esa imperfección que a menudo se valora en el pop-rock. "Abordo el trabajo con mucha disciplina, como hago con el lírico. Por un lado es una ventaja, porque igual grabas todo en 4 días; pero por otro, en el pop tiene mucho más valor cómo se dicen las cosas, incluso a veces más el susurro que el sonido", observa.
Le encantaría poder llevar este repertorio a las actuaciones en directo, como hizo con "La vida". Mientras surgen posibles fechas, prosigue su carrera habitual, mañana en Huesca con un monográfico sobre Federico García Lorca y, en breve, con "Tosca" junto a Bryn Terfel en Cardiff (Reino Unido).