• viernes, 29 de marzo de 2024
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TELEVISIÓN

El momento decisivo: conoce el ritual que Los Lobos realizan siempre justo antes de que dé comienzo '¡Boom!'

Saben controlar bien los nervios y la tensión, pero emplean esta curiosa costumbre para concienciarse de que deben estar en alerta.

Los Lobos, en el plató de ¡Boom! (3) AGP
Los Lobos, en el plató de ¡Boom! (3) AGP

Pese a llevar más de 430 programas, Los Lobos no tienen demasiadas manías en su rutina dentro del plató de grabación de ¡Boom! Su quehacer diario en la nave donde se graba el concurso radica en preparar sus cuatro vestimentas para los (siempre, en teoría) cuatro ediciones que grabarán ese día, seleccionar con una redactora de qué temas hablarán durante las conversaciones con Juanra Bonet y las sesiones de peluquería y maquillaje.

Sin embargo, los nervios siempre pueden jugarles una mala pasada, a pesar de que su dilatada experiencia les permita manejar la tensión de una manera mucho más efectiva que sus contrincantes, que acceden por vez primera al plató de ¡Boom!

Todos los miembros de Los Lobos tienen muy claro que no deben confiarse de este supuesto punto a favor para ellos, ya que, como bien resaltan, cada programa empieza de cero y en él no importa todo lo que has hecho anteriormente. Cualquier equipo los puede eliminar.

Por ello, sí que desde los primeros programas comenzaron a ejecutar un ritual justo antes de la grabación, cuando ya han accedido al plató y saben que no hay vuelta atrás, que es el momento decisivo.

Colocados tras su atril, cada uno de ellos da tres palmadas en la espalda de los demás componentes del equipo. Este simple gesto lo emplean a modo de despertar su atención y su concentración, para caer en la cuenta de que entran en la fase en la que cada error se puede pagar muy caro.

Lo cuenta el tafallés Manu Zapata. "Es una costumbre que la realizamos antes de cada grabación para activarnos. Nos solemos dar tres palmadas en la espalda, aunque Alberto a veces solo da dos", relata.

CONCENTRARSE DEL TODO

"Antes, nos pegábamos solo Erundino y yo, pero luego enseguida se unieron los demás. Y lo hacemos casi desde el principio. Empezamos Erundino y yo, porque estábamos colocados el uno junto al otro en el plató. Lo hacíamos porque sentíamos que así nos activábamos, porque llegabas y aún no estabas concentrado del todo", apunta.

"Al darte en la espalda -continúa-, significa que ya estás en el plató y que nos tenemos que poner las pilas, porque hay que contestarlo todo lo mejor posible. Nada más entrar, te encuentras como atontado, amodorrado, ya que llegas recién despierto. Y los golpes en la espalda nos sirven para eso, para despertarnos del todo y activarnos justo antes de que dé comienzo el concurso".


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