SOCIEDAD
Más de 2.000 alumnos de colegios navarros participan en la Carrera contra el Hambre celebrada en la Vuelta del Castillo
Su esfuerzo se transformará en fondos para apoyar a las poblaciones afectadas por la desnutrición de más de 45 países.
Su esfuerzo se transformará en fondos para apoyar a las poblaciones afectadas por la desnutrición de más de 45 países.
Más de 2.200 alumnas y alumnos navarros de entre 3 y 18 años se unieron este viernes 19 de mayo en La Carrera contra el Hambre con una meta común: conseguir el segundo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): Hambre Cero.
Este año son 10 los colegios e institutos de Navarra que celebran la carrera, en la que niños y niñas corren para reunir fondos a favor de las poblaciones más afectadas por la desnutrición infantil en el mundo. Esta enfermedad afecta actualmente a más de 200 millones de menores. A nivel estatal participan 140.000 estudiantes de más de 300 centros.
Los más pequeños se esfuerzan por realizar la mayor cantidad posible de vueltas o kilómetros. Semanas antes se han dedicado a buscar sus propios ‘patrocinadores’, es decir, personas de su entorno que se comprometen a aportar un pequeño donativo por cada kilómetro o vuelta que ellos den en la carrera. En 2016 se reunieron 550.000 euros a nivel estatal. En Navarra, participaron 1.500 alumnos y juntos consiguieron 7.800 euros para la causa.
OBJETIVO: SUPERAR LOS 7.800 EUROS DE LA PASADA EDICIÓN
Jesús Martínez, profesor de educación física del colegio Santa Catalina, uno de los participantes en la Carrera contra el Hambre, comenta: “Con este tipo de eventos, el nivel de conciencia hacia lo que ocurre en nuestro mundo aumenta. Los alumnos se vuelven más empáticos y se involucran más para ayudar a los que más lo necesitan.”
En esta ocasión, los alumnos y alumnas del centro se han involucrado tanto que han tomado el testigo y ellos han organizado su primera carrera contra el hambre en el parque de la Vuelta del Castillo.
Daniel Orbaiz, alumno del colegio afirma: “Nos llena de satisfacción haber participado activamente en la organización del acto, pudiendo elegir el recorrido, preparando un sorteo final y un almuerzo con el fin de recaudar más fondos para las personas que más lo necesitan”. Y añade: “Ha sido una gran oportunidad para nosotros el habernos involucrado de una forma tan directa, en la organización de un evento tan importante y que conlleva tanto trabajo y coordinación, aportando nuestro pequeño granito de arena por un intento de mejora de este mundo lleno de desigualdades e injusticias.”
El objetivo de los centros educativos y de Acción contra el Hambre a través de esta iniciativa es enriquecer el currículo académico del alumnado con una educación comprometida en eliminar la desnutrición, una enfermedad que actualmente se cobra la vida de 8.500 niños cada día.
Para ello, La Carrera contra el Hambre además del evento deportivo cuenta con una jornada de sensibilización por parte de voluntarios y empleados de Acción contra el Hambre que acuden a los centros a ofrecer charlas adaptadas a cada nivel educativo explicando cuáles son las causas y los efectos del hambre en el mundo. Cada año se sensibiliza sobre un país diferente. Esta vez ha sido Etiopía.
La Carrera contra el Hambre es además un evento lúdico y deportivo, que aporta mucho a todas las personas involucradas en esta iniciativa. “Para mí fue un reto atraer la atención de los estudiantes en las charlas de sensibilización ya que las edades eran muy diversas. Sin embargo, es un desafío que quería afrontar para contribuir con mi pequeña gota en esta incansable batalla que es el hambre”, explicó Lucía Ruiz de Temiño, voluntaria en Acción Contra el Hambre.
La carrera se celebra en más de 30 países. Más de 400 000 niños y niñas de 1 700 colegios participaron el año pasado en esta iniciativa solidaria.