Unos 250 pasajeros del tren Alvia Madrid - Pamplona que ha salido este miércoles a las 14:50 de la estación de Atocha se han visto obligados a regresar a la estación madrileña después de que Renfe informara de que se había producido una avería en el convoy.
Así lo han comunicado por la megafonía cuando el tren se ha detenido en las vías cuando apenas llevaban 15 minutos de trayecto. Tras la comunicación, el tren ha comenzado a circular en sentido inverso y ha quedado alojado en la vía 2 de la estación madrileña.
A pesar de que inicialmente se ha comunicado a los viajeros que al llegar de vuelta a la estación de Atocha debían descender del tren y dirigirse a la vía 4 para tomar un nuevo convoy, con posterioridad se les ha dicho que debían mantenerse en el tren sin bajarse del mismo hasta que la avería sea reparada.
Se trata de un episodio más dentro del lamentable estado en el que el gobierno de Pedro Sánchez mantiene las infraestructuras ferroviarias en España. Más allá de promesas incumplidas, lo cierto es que lo de los trenes estropeados ha pasado de ser recurrente, a ser habitual prácticamente en cualquier punto de la vía ferrea y de la geografía nacional; y prácticamente a diario.
Tal es así que, desde que Óscar Puente, el ministro tuitero, llegó al Ministerio de Transportes, ha desaparecido el compromiso de puntualidad de Renfe. De esta forma, los retrasos en las horas de llegada son algo con lo que usuarios habituales del servicio Pamplona - Madrid se han acostumbrado a lidiar.
El tren se ha puesto en marcha de nuevo en sentido Pamplona a las 15:42, con 50 minutos de retraso sobre el horario fijado.
