Se trata de la primera y última vez que la empresa Pirotecnia Fiesta de Beriáin pone a la venta este producto en el año de la pandemia sin Sanfermines.
A pesar de que el próximo 6 de julio no habrá cohete en el balcón del Ayuntamiento, pamploneses y pamplonesas podrán disfrutar del Chupinazo. Pirotecnia Fiesta, empresa proveedora del cohete sanferminero, acaba de lanzar a la venta una remesa de 30 unidades idénticas al que cada año da el pistoletazo de salida a las fiestas.
Una idea que “nunca habían tenido en mente” y surgió a raíz del interés de varios clientes. El cohete, decorado en su cabeza con el escudo de Pamplona y la figura de San Fermín, “lo puede usar cualquiera” y tiene un precio de venta al público de 12 euros.
“Barajamos también la opción de una remesa decorativa sin pólvora, ya que creemos puede tener gran aceptación”, explica César López Lana, de 40 años y gerente de Pirotecnia Fiesta, con sede en el polígono de Beriáin.
Lo que no entra en sus planes es repetir la fórmula durante los próximos años. La venta del cohete es exclusiva en 2020 por la situación excepcional tras la crisis sanitaria del coronavirus que ha obligado a suspender las fiestas.
Se trata de una decisión, según señalan, tomada para garantizar la alegría y el júbilo en uno de los momentos más importantes de las fiestas como es el Chupinazo. “De esta manera nosotros seguimos presentes y podemos contribuir a que cada uno celebre San Fermín en su barrio para evitar aglomeraciones”, explica el responsable de la pirotecnia.
César López, quien además se dedica a la distribución de vajillas de plástico, ha conocido de primera mano el colapso de los hospitales de la Comunidad foral y por ello pide prudencia para que no se vuelva a repetir la situación vivida.
Para las arcas del negocio pirotécnico es más preocupante, si cabe, la cancelación de las fiestas de los pueblos navarros. Miles de petardos y tracas y alrededor de seiscientos toros de fuego dejarán de ser vendidos.
Desde Pirotecnia Fiesta esperan, al menos, que los fuegos artificiales sí tengan cabida este verano. “Hemos propuesto a los ayuntamientos la opción de lanzar fuegos artificiales el día grande de fiestas”, responde. Por el momento, ya cuentan con el sí de un municipio y otros cuatro han mostrado interés.
César López y su hermana Andrea son la segunda generación encargada de regentar Pirotecnia Fiesta. Un negocio familiar que comenzaron sus padres hace más de treinta años en una pequeña tienda de Azpilagaña.
A pesar de no haber cerrado durante estos meses, la situación actual es crítica: “No hay pedidos, y no se les espera”. Muestra de ello es el almacén situado en la trastienda, casi vacío. Sin encargos de entidades públicas y pedidos particulares mínimos, las pérdidas económicas son cuantiosas. “En el mejor de los casos, si la campaña de Navidad va bien, ingresaremos un 90% menos”, se resigna López.
La situación de sus socios Pirotecnia Oscense es también extrema. La empresa aragonesa encargada de la fabricación de sus productos ha tenido que solicitar un ERTE para casi la totalidad de la plantilla.
López lamenta que el sector de la pirotecnia esté olvidado cuando se habla de fiesta. “Se acuerdan de la hostelería o las charangas, pero no de nosotros”. Pese a que su circunstancia económica vaya alargarse hasta el próximo año, por ahora no han recibido ningún tipo de ayuda.
El Chupinazo especial de San Fermín se puede conseguir en su almacén de Beriáin o contactar con ellos a través de su página en internet.
