Los voluntarios de la Red Nacional de Radio de Emergencias velan también por la seguridad de los peregrinos controlando la velocidad y los accesos a los vehículos.
Cada año estamos acostumbrados a ver a decenas de voluntarios de Cruz Roja tanto en el camino como en los puestos de avituallamiento, a pie, en furgonetas o en coches, pero hay dos voluntarios muy especiales de los que poca gente sabe de su existencia, aunque su labor es igual o más importante que la del resto.
Ellos son los 'voluntarios moteros' de Cruz Roja vigilan aquellas zonas por las que pasan los peregrinos, pero a las que por circunstancias del terreno no pueden acceder el resto de vehículos. Juan Aroca y Fernando Patús son amigos y grandes aficionados del mundo del motor. "Llevamos ocho años vigilando la Javierada desde la moto. Hemos salido a las siete y media de la mañana de Pamplona y volveremos sobre las 17.30", contaba Aroca.
"Es una forma diferente de controlar la Javierada pero igual de importante que las demás, porque tenemos que llegar hasta donde nuestros compañeros no llegan. Hemos recorrido la Sierra de Tajonar, la venta de Judas, Monreal y acabaremos en Javier. El buen tiempo nos ha acompañado a todos, no ha habido incidencias en los montes. Una buena jornada para ir en moto, aunque quizá demasiado calor", contaba Patús mientras vigilaba a los peregrinos desde lo alto del puente.
LA REMER DE PROTECCIÓN CIVIL
Otros de los encargados de velar por la seguridad de la Javierada y por el tráfico son los voluntarios de Protección Civil de una unidad de la REMER. Cinco de ellos, dirigidos por Pedro Luis Martinez de Avenis, son unos de los protagonistas de las carreteras este fin de semana.
"Somos parte de la Red Nacional de Radio de Emergencias. Hemos venido a trabajar a las siete de la mañana y permaneceremos aquí hasta las cinco y media. Han venido a acompañarnos voluntarios de La Rioja y de Burgos. "Todo lo que gastamos lo sacamos de nuestro bolsillo menos el bocadillo y en uniforme. Llevamos haciendo esto desde el 2006 y aquí seguiremos mientras la salud nos lo permita", cuentan.
"Calculamos que habrán venido alrededor de 1.000 personas porque han venido también autobuses de Madrid. La gente normalmente se comporta bien, aunque hay algunos ciclistas que no respetan los límites de velocidad y van demasiado rápido, lo que es un peligro para algunos peregrinos", cuentan.
"A la gente le está costando bastante ir por Sanguesa en lugar de por Yesa, pero es que no se dan cuenta que es por su bien, ya que el puente de Yesa es muy peligroso", explican.
