El ex miembro de ETA José Luis Urrusolo Sistiaga afirma que los primeros interesados en que la banda asesina desaparezca son los propios presos etarras. Así se pronuncia en un artículo publicado este domingo en el que pide que la banda terrorista no alargue su "agonía" y reflexione sobre las vulnerciones cometidas contra los Derechos Humanos.
Urrusolo Sistiaga se acogió a la denominada "vía Nanclares" y obtuvo la libertad en 2016, tras cumplir condena durante 19 años por una decena de asesinatos y los secuestros de Diego Prado y Colón de Carvajal y Emiliano Revilla. El ex etarra ha publicado un artículo en el diario Deia y recogido por Efe en el que comenta la decisión del colectivo de presos de ETA, del que los miembros acogidos a la vía Nanclares fueron expulsados hace ocho años, de que sean los propios presos quienes decidan si piden beneficios penitenciarios, algo hasta ahora prohibido en ese colectivo.
Urrusolo considera que son los presos de la organización terrorista "los que especialmente necesitan que ETA desaparezca". Se congratula así de que "ya era hora de que se reconociera también a los presos el derecho a decidir por sí mismos", pero advierte de que "hace falta menos fantasía y hablar claro".
"QUE ETA DESAPAREZCA HACIENDO UNA REFLEXIÓN CRÍTICA"
En este sentido, el que fuera asesino de ETA recuerda que "para obtener beneficios penitenciarios se valora la actitud personal de cada preso". Y critica que "si como colectivo se va diciendo que quieren salir como los militantes que eran, que están orgullosos de su militancia en ETA y expresamente se empeñan en decir que no se van a cuestionar nada del pasado, más difícil se están poniendo la ya de por sí complicada situación".
Para el exetarra, "lo más importante" es que "asumen por fin que ya no tiene sentido mantener el papel de ETA como responsable de sus presos y que éstos se ponen en manos del pueblo".
Urrosolo concluye reclamando a ETA "que desaparezca haciendo una reflexión crítica sobre todas las vulneraciones de los Derechos Humanos sin esperar a que otros lo hagan". El ex etarra asegura que "se lo debemos a nuestra sociedad, porque es imprescindible para avanzar políticamente, porque va a ayudar a cerrar heridas y facilitar la convivencia entre las personas que más han sufrido las consecuencias de la violencia y porque es la única manera de ayudar a los presos que quieran situarse en esos parámetros".