Varias decenas de personas han acudido este domingo 25 de junio al emotivo homenaje al guardia civil José Luis Hervás que fue asesinado en la Foz de Lumbier hace 27 años. Durante el acto se ha colocado una placa de metacrilato que recordará al sargento en el lugar donde fue asesinado por la banda terrorista ETA.
Entre los asistentes se encontraban la viuda del sargento y su hija además de varios rostros de la política navarra como la delegada del Gobierno Carmen Alba, José Javier Esparza, Ana Beltrán, José Cruz Pérez Lapazarán y diferentes representantes de la Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Foral. Además, varios vecinos de la localidad han querido acercarse al homenaje de Hervás en cuyo recuerdo se ha colocado una placa en la entrada del segundo túnel de la Foz de Lumbier, cerca de donde fue asesinado de dos tiros tras acercarse a identificar a tres etarras del Comando Nafarroa.
La viuda de Hervás ha agradecido el gesto del pueblo de Lumbier y ha tenido algunas emotivas palabras para los vecinos de la localidad y el resto de personalidades que han querido arroparles en este día: "He intentado educar a mis hijos en la cultura del perdón. Por supuesto, perdón y olvido son dos cosas muy diferentes y me hace feliz saber que las gentes de Lumbier no quieren olvidar lo que pasó, al contrario, quieren que siga presente en sus calles para evitar así que se repitan estos hechos".
BUSCABAN A LOS RESPONSABLES DE VARIOS ROBOS EN LA ZONA
El sargente Hervás fue asesinado el 25 de junio de 1990 cuando se encontraba patrullando con un compañero en la zona de la Foz. Buscaban a los posibles responsables de varios robos que había habido días antes enla zona y fue entonces cuando vio a tres personas en la orilla del río con actitud sospechosa.
Su compañero esperó en el sendero de la foz y Hervás bajó para identificarlas. Sin embargo esas tres personas resultaron ser Juan María Lizarralde, Susana Arregui y Germán Rubenach, tres miembros de ETA del Comando Nafarroa que acabaron con la vida del sargento de dos disparos y acabaron suicidándose al verse acorralados por el resto de agentes. Germán Rubenach pese a dispararse en la boca no consiguió quitarse la vida.