SOCIEDAD
Navarrismos que nos delatan: si conoces todas estas expresiones, es que eres muy navarro
Si tienes "txirrinta", haces deporte en "pantaloneta", sacas la "chamarra" o "encalaste" algún balón de "moete" este reportaje te va a gustar.
Navarra siempre ha tenido una forma muy particular de mirarse y contarse. Lo dicen quienes han estudiado su habla y quienes la viven cada día: aquí el idioma se mezcla con costumbres, manías y expresiones que cualquiera reconoce al instante si ha nacido o crecido en esta tierra. Un estilo directo, lleno de guiños compartidos, que se transmite en la calle, en casa, en las fiestas y en cualquier sobremesa que se alargue más de la cuenta.
Por ejemplo, y es un clásico: no cogerás el autobús urbano, sino la "villavesa"; y lo harás para "subir a" o "bajar de" Pamplona, independientemente de donde vivas.
Si te encuentras con alguien le saludarás con un "aúpa" o "epa", incluso con un "eu" si eres de la Ribera.
Los "garrotes" son napolitanas de crema y de chocolate para los muy "lamineros" y los "garroticos" son los de Beatriz.
Es muy probable que el navarro no te pregunte por qué, sino que te espete un "¿pues?". Y de ahí todos los usos posibles en interjecciones como "¿qué pasa, pues?", "¡ahí va, pues!".
El navarro tiene claro quiénes son los "robasetas" y acostumbra a salir con una "chaquetica" por si hace frío, no importa la estación del año, aunque si es invierno, se pondrá la "chamarra". Ya se sabe que, desde que se puso de moda El Señor de los Anillos, Navarra es "Mordor". Porque en Navarra no llueve, sino que "jarrea" de tal forma que normalmente llegas a casa "chirriao".
Nuestras abuelas "estremaban" la casa y la tenían siempre "limpica" de "zaborras". En tono despectivo, nos mandamos a "esparragar" y los que ya peinan canas cantan aquello de "uno de enero, dos de febrero, tres de marzo, cuatro al Madrid...", de lo cual seguimos "fardando".
El navarro sale a hacer deporte con una "pantaloneta", y se come el "currusco" del pan antes de llegar a casa.
A los "moetes" se les lleva en "silleta" y cuando son un poco más "mozos" y juegan en la plaza, se les "encala" el balón en el árbol.
No nos extrañamos si alguien mayor nos llama "michico" En fiestas llevamos "magras" a la plaza y un "pozal" de "kalimotxo".
Muchos días cenamos "relleno", que es algo tan extremadamente nuestro, que difícilmente se conoce fuera. Además "componemos" la ensalada, no la aliñamos.
Los navarros no solemos tener antojos, sino "txirrinta" y nos cabreamos solemnemente si alguien le llama "el Osasuna" al club de nuestros amores, porque todos sabemos que ese artículo sobra.
Mal que les pese a muchos, el "juevincho" se inventó en la Estafeta y se expandió por "lo viejo", a donde vamos a "echar unos potes" y donde podemos encontrarnos con los más "jatorras".
Gigantes y cabezudos hay en muchos sitios, pero sólo aquí hay "kilikis" y el año termina el 5 de julio por la noche y empieza el 14. Por cierto que el 5 de julio es cuando sacamos la ropa blanca de entre los "titos" del trastero, planchamos el "pañuelico" y nos damos cuenta de que los pantalones del año pasado nos quedan "pretos".
Los extranjeros son "guiris", los estudiantes hacen "borota", los pesados son "cansos" y "jicho" y "jambo" nos sirve para referirnos a personas indeterminadas.
Utilizamos el verbo "coger" como sinónimo de comprar: "Me he cogido unas zapatillas". Un "cuto" es un cerdo, y hasta hace poco hacíamos una carrera con ellos en Arazuri.
Y todo ello sin entrar en el más famoso de nuestros condicionales (dicen que mal empleado) o miles de expresiones que te invitamos a que nos dejes aquí en los comentarios.