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SOCIEDAD

Pablo Ramos, el último bohemio de las ondas: el periodista cierra su etapa en RNE en Navarra

El veterano periodista pamplonés se jubila después de toda una vida profesional dedicada a trabajar en la radio pública.

Pablo Ramos, en la redacción de Rne en Pamplona. PABLO LASAOSA
Pablo Ramos, en la redacción de RNE en Pamplona. PABLO LASAOSA

Nos hemos llevado una sorpresa. La mesa de la redacción que ocupaba, la primera a la izquierda según se entra estaba en su sitio, pero Pablo no aparecía por allí en agosto y tampoco los primeros días de septiembre. Serán las vacaciones... Hasta que Encarna Martínez, una de sus compañeras, desveló la incógnita y nos sacó de dudas: “Se ha jubilado”. Se lleva el cariño de todos, desde Javier Izu Patxi Tiberio que son los redactores que más tiempo llevan en la emisora, hasta sus compañeros técnicos.

Nadie le echaría 63 años a Pablo Ramos Requetibate, con esa pinta de ‘dandi’, siempre vestido de negro ‘con esos pelos’ y ese carácter especial de tomarse casi todo a broma. La redacción de Rne en Navarra pierde a un periodista de los de antes, con ese estilo bohemio de ir un poco por libre.

La esquina de la calle Mercaderes con Estafeta ya no verá llegar a Pablo corriendo a la plataforma de RTVE, casi con el cohete de las 8 de la mañana en el aire, para narrar ese tramo tan especial de los encierros en San Fermín. Tampoco será ya testigo de los próximos Chupinazos colocando el micrófono de RNE para escuchar el sonido del cohete.

Su último día de trabajo en la emisora fue el lunes 26 de julio. "Llevo en la emisora desde junio del 84. Estaba en casa un día con la carrera de derecho terminada dispuesto a trabajar de abogado cuando alguien me dijo que en la radio pedían a gente para una prueba de locutor para el verano".

Pablo Ramos junto al micrófono de Rne Navarra en los estudios de Pamplona. PABLO LASAOSA
Pablo Ramos junto al micrófono de RNE Navarra en los estudios de Pamplona. PABLO LASAOSA.

"Saqué la prueba y el director de la emisora, Serafín Ramírez, me dijo al final del verano si quería seguir en la radio y yo le dije que encantado. Me saqué la plaza en Madrid y estuve en Santander once meses. Posteriormente, Serafín me reclamó en Pamplona y me hizo jefe de programas", rememora. 

"Me llevo un recuerdo buenísimo de la radio. Voy a ser muy sincero. Yo no iba para periodista. Tengo una faceta, la del teatro y la ópera que me tira muchísimo y en 34 años he compaginado las dos profesiones: la de periodista y la de director artístico", asegura Pablo Ramos. 

"¿Recuerdo?, el mejor. Me lo he pasado muy bien. Ha habido también recuerdos muy duros que tienen que ver con accidentes o asesinatos de ETA. Ver gente muerta en el suelo como el general Atares o a Francisco Casanova. Recuerdo que el director me llamó y me dijo 'vete a Berriozar ya' porque yo entonces vivía cerca", explica sobre aquel agosto de 2000. 

"En general la radio me ha dado muchísimo. Me siento un privilegiado y he compaginado las dos profesiones porque cuando salía de la radio tenía ensayo. Mis compañeros me facilitaban las cosas cambiando los horarios, igual que los directores que nunca me han puesto ninguna pega. Pocas veces he visto alguna envidia. Puede haber historias, pero me llevo un recuerdo maravilloso".

Pablo Ramos junto al edificio de RTVE Navarra en la calle Aoiz de Pamplona. PABLO LASAOSA
Pablo Ramos junto al edificio de RTVE Navarra en la calle Aoiz de Pamplona. PABLO LASAOSA

"Yo no sabía cual era mi papel en mis inicios y comencé en un programa de tarde que duraba dos o tres horas que yo no había hecho nunca. Recuerdo también mi primer encierro, fue en 1985. Hace años empezábamos a las 7 de la mañana, hacíamos mucha calle con la unidad móvil y recogíamos lo que pasaba en la calle hasta llevarlo a la radio para que el de Arguedas o el de Sevilla pudiera oler los Sanfermines", rememora sobre esa manera de trabajar en los años 80.

"Últimamente la programación de la radio nos ha llevado por otros sitios, pero yo me lo he pasado muy bien en San Fermín. Había años que ni dormía. A las 11 de la mañana estaba en la fiesta campera y se me caían los ojos, pero ahí estaba con la entrevista al jefe de la ganadería buscando la noticia", comenta. 

Sobre su presencia en las retransmisiones de los encierros de RNE comenta: "No sé desde cuando estoy en la esquina de Mercaderes - Estafeta porque he pasado por casi todos los puestos. No lo sé. Llevaré muchos años. Es un sitio muy traidor. Los toros vienen a toda pastilla y entre los nervios a veces cuentas o no cuentas nada. Es un sitio en el que ves muchas cosas. En treinta segundos te haces una fotografía", analiza sobre las dificultades de narrar el encierro in situ. 

Entre sus momentos en la radio también aparecen partidos de fútbol o eventos ligados al deporte. "Estuve con Miguel Induráin en Villava cuando aterrizó tras ganar el primer Tour. Fuimos con una moto en directo siguiendo el recorrido desde su pueblo hasta el Palacio de Navarra con un coche descapotable", recuerda. 

Pablo Ramos ahora ya no tiene la radio, pero le queda la ópera: "Principalmente trabajo en tres vertientes. El festival 'After Cage' que es música contemporánea, experimental, música atonal que no tiene melodía y de experimentos con los instrumentos, con las variantes de las notas. Una cosa muy compleja".

"De otro lado tengo la historia de estar en un grupo, de haber creado un grupo con otros muchos, donde investigamos cosas relativas a la puesta en escena tanto de luces como escenografía, y luego ópera con Opus lírica, donde llevo ahora el sexto montaje que representamos las óperas en el Kursaal de San Sebastián y en el teatro Victoria Eugenia con 'La Boheme', 'Don Giovanni', 'La flauta mágica', el Réquiem de Mozart... Es decir, montajes importantes de gran presupuesto".

Su situación no es el caso de jubilarse y no saber qué hacer: "Me sigue faltando tiempo. Tengo dos niños gemelos de siete años y no tengo tiempo. Tengo reuniones continuas y me muevo mucho. Soy un poco extraño en el sentido de que me gusta la gente. La gente es el poder. Las estructuras no pueden con la gente. Probablemente sea el último bohemio", asegura Pablo Ramos siempre con una sonrisa.


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Pablo Ramos, el último bohemio de las ondas: el periodista cierra su etapa en RNE en Navarra