• jueves, 19 de septiembre de 2024
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SOCIEDAD

Más de 150 personas sufren paradas cada año en Navarra: la actuación que salva vidas

Las posibilidades de no perder la vida dependen de la cadena de supervivencia y del tiempo que se emplee en actuar. 

Clint Jean-Louis Fernández, nuevo doctor por la UPNA. CEDIDA
Clint Jean-Louis Fernández, nuevo doctor por la UPNA. CEDIDA

La parada cardiaca extrahospitalaria afecta en Navarra cada año a entre 150 y 200 personas, con una supervivencia en 2022 del 19%, el doble que la media nacional, que se sitúa en un 9%.

Al ser una patología tiempo-dependiente, las posibilidades de no perder la vida dependen de la cadena de supervivencia: la persona que presencia el evento y lo reconoce, alerta al 112, inicia una reanimación cardiopulmonar precoz y pide y aplica un desfibrilador mientras acude el personal de emergencias.

Y un eslabón relevante de esta cadena es la policía local por su capacidad de implementar el soporte vital básico. Su menor tiempo de respuesta frente al resto de servicios de emergencias (5,4 minutos de adelanto medio) supone un aumento del 10% en la supervivencia, según la tesis doctoral defendida en la Universidad Pública de Navarra (UPNA) por Clint Jean-Louis Fernández (Nairobi, Kenia, 1972), médico del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea.

Este facultativo, con más de veinte años de experiencia en emergencias, ha evaluado la labor que realiza en la Comunidad Foral la asociación El ABC que salva vidas, fundada en 2010 por profesionales del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea (entre ellos, él) y del Servicio de Bomberos del Ejecutivo foral, debido a su preocupación ante “la alta mortalidad por muerte súbita y el bajo conocimiento entre la ciudadanía de las maniobras de resucitación”, según apunta.

El objetivo era fortalecer la cadena de supervivencia. Y la tesis doctoral de Clint Jean-Louis ha puesto el foco en esta tarea de la asociación de extender el soporte vital básico en la Comunidad Foral, a través de programas desarrollados entre 2011 y 2022: escolar, primer interviniente (policía local), capacitación ciudadana y concienciación pública.

En el caso de las policías locales, el investigador recuerda que, en 2019, se publicó un decreto foral que obliga a formar a sus agentes, de forma continua, en soporte vital básico y a “dotar al menos al 50% de sus coches patrulla con un desfibrilador”. “A ello se suma la colaboración con otras entidades para el desarrollo de iniciativas como la aplicación RAPIDA de geolocalización de desfibriladores; el simulador AED Training Box, una premiada herramienta de formación; y el CPR Training Band, una pulsera que ayuda a entrenar la resucitación cardiopulmonar”, añade.

Por eso, para Clint Jean-Louis, “los tiempos de activación más rápidos de las policías locales formadas en soporte vital básico y dotadas de desfibriladores aportan potencialmente mejores tiempos de respuesta a las víctimas de la parada cardíaca extrahospitalaria y justifican su integración en la respuesta de emergencias”.

Para obtener los datos, el investigador comparó las atenciones entre los primeros intervinientes que puedan acudir a socorrer a una víctima de una parada cardíaca: las policías locales, los servicios de emergencias médicas, de emergencias extrahospitalarias y de urgencias rurales y los equipos de atención primaria.

Programa escolar para salvar vidas

La tesis también aborda el programa de formación del profesorado de Educación Física para impartir las técnicas de soporte vital básico. Entre 2011 y 2019, participaron en esta iniciativa 1.726 profesores de 208 centros escolares (el 60%, docentes de Educación Física).

“Los centros escolares fueron dotados progresivamente con al menos cinco muñecos y, desde el curso 2022-2023, todos los de Navarra cuentan con muñecos propios. Además, en 2014, el Ejecutivo foral aprobó la inclusión curricular obligatoria de la formación en resucitación cardiopulmonar en 5.º y 6.º curso de Primaria y en 2.º y 4.º de la ESO”, describe Clin Jean-Louis.

A su juicio, “con una formación bien estructurada y el apoyo adecuado, el profesorado de Educación Física puede implementar el programa de soporte vital básico en la comunidad escolar de manera autónoma”. “Además, el soporte vital básico mejora la confianza del alumnado en sus responsabilidades sociales y en la concienciación de la parada cardiaca”, afirma. 

Sobre la capacitación ciudadana, el autor de la tesis enumera las iniciativas de formación y colocación de desfibriladores por entidades públicas y privadas de distintas localidades y, respecto a la tarea de conciencia pública, subraya la colaboración de diversos agentes, como los medios de comunicación navarros, que han incrementado la cobertura sobre este tipo de paradas cardíacas.

“Entre los eventos organizados, se incluyen también el Día Mundial de la Parada Cardíaca, la celebración de festivales de música contra la muerte súbita o la muestra por los diez años de El ABC que salva vidas, expuesta en 2022 en el Parlamento de Navarra, que luego ha recorrido la red de bibliotecas públicas”, indica el autor de la tesis, dirigida por los médicos del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea Diego Reyero Díez y Begoña Bermejo Fraile y tutorizada por el profesor de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UPNA Tomás Belzunegui Otano.

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