San Fermín levanta pasiones más allá de nuestra Comunidad, sobre todo entre los apasionados del mundo taurino. Es el caso de una monja llamada Elsa Bermejo, más conocida en su convento como 'Sor Encierro' por su enorme afición a las vacas.
Esta religiosa se hizo famosa el pasado verano cuando salió del monasterio de Santa Catalina en Alcalá de Henares y regresó a su pueblo riojano de origen, Igea, y dio rienda suelta a su pasión por las reses bravas, corriendo detrás de las mismas por la calle y arreándolas con la vara como si de una pastora profesional se tratase.
Después de varios años sin regresar del convento a su pueblo, aprovechó los festejos taurinos de las fiestas patronales para dar rienda suelta a su pasión.
El año pasado 'Sor Encierro' tenía un deseo muy especial que este año se ha visto cumplido y estaba relacionado con nuestras fiestas de San Fermín, tener una vara original de los pastores del encierro.
"Tengo anécdotas de pequeña de que me agarraban porque me lanzaba detrás de las vacas. Me hervía la sangre desde el balcón y yo en mi casa no podía estar. Me lancé a la calle. Yo me lo pasé bomba y creo que todo el mundo que me vio también. Los jóvenes del pueblo me llaman Sor Encierro. Cansa mucho la adrenalina de saber que estás en peligro".
UNA VARA DE SAN FERMÍN
El año pasado 'Sor Encierro' tenía un deseo muy especial que este año se ha visto cumplido y estaba relacionado con nuestras fiestas de San Fermín, tener una vara original de los pastores del encierro.
'Sor Encierro' expresó este deseo el pasado año y Víctor Navas, pastor de los encierros de San Fermín no dudo ni un segundo en regalarle la suya. "Estaba pidiendo una vara y quién mejor que yo, que llevo 13 años de pastor en San Fermín, para darle una vara", decía el susodicho.
Un año más tarde y con la vara de Navas, 'Sor Encierro' ha regresado a los encierros de su localidad para arrear a las vacas y seguir dando rienda suelta a su pasión.
