Un hombre ha sido detenido esta semana en Tudela tras amenazar de muerte a la cajera de un establecimiento, después de ésta le retirara un producto al comprobar que al detenido le faltaba dinero para pagar el total de la cuenta.
Según han indicado desde la Policía Foral, la detención fue posible gracias a la intervención de un agente fuera de servicio que fue testigo del suceso.
Al esgrimir una botella de cristal contra la trabajadora, el policía se identificó, procedió a la detención del varón y pidió apoyos para trasladar al detenido a comisaría.
También, han sido identificados, dos hombres de 29 y 39 años, respectivamente, han sido identificados esta pasada noche tras entrar en una vivienda que se encontraba desocupada en Tudela.
Según han informado desde la Policía Local de Tudela, sobre las 23.25 horas de ayer jueves un vecino alertó de la entrada de estas personas en el inmueble. Tras identificar a los dos varones, que se marcharon del lugar, los agentes dieron aviso de lo ocurrido a la propiedad del inmueble para evitar hechos similares en el futuro.
A las 9.45 horas, los agentes fueron requeridos en la calle Juan Antonio Fernández al estar produciéndose una pelea en la vía pública. Se identificó a los dos varones responsables, que tenían unas desavenencias por la propiedad de una cantidad de dinero. La disputa se resolvió tras repartirse ambos la mitad.
Además, ambos manifestaron su intención de abandonar la ciudad en el día de ayer, sin que ninguno de los dos quisiera presentar denuncia por los hechos ocurridos.
Sobre las 16.30 horas, un vecino de calle Regacho comunicó que había una resolución en la que se dictaba la paralización de la obra anexa a su domicilio, pero que a pesar de ello se encontraba en obras. Los agentes dieron traslado al departamento correspondiente del Ayuntamiento para comprobar la veracidad de lo narrado, informando de ello al reclamante.
Por último, sobre la una de la madrugada, varios vecinos alertaron de una fuerte discusión en una vivienda. Los agentes identificaron a la pareja, ambos menores de edad, y comprobaron "que no había pasado nada mas que gritos".
