Una riñonera negra abandonada en un establecimiento de Los Arcos, en pleno Camino de Santiago, ha dado lugar a una historia tan inesperada como afortunada. Su interior escondía algo más que objetos personales y, durante unas horas, nadie sabía a quién pertenecía ni lo que realmente contenía.
Fue un empleado de hostelería quien alertó a la Guardia Civil al recibir el objeto de manos de un cliente que lo había encontrado y decidió entregarlo. La patrulla del puesto de Estella, en colaboración con la Central Operativa de Servicio (COS), acudió al lugar y recogió la riñonera para investigar su origen.
En su interior había documentación extranjera, varias tarjetas bancarias y una gran cantidad de dinero en efectivo, lo que activó de inmediato el protocolo de búsqueda de su propietario. La denuncia ya estaba registrada: unas horas antes, un peregrino había informado de la pérdida de una pequeña mochila mientras recorría una de las etapas navarras del Camino.
Los agentes iniciaron gestiones por la zona, hablando con vecinos, comerciantes y hosteleros, hasta que dieron con el testimonio clave. Tras verificar los datos de la denuncia, comprobaron que la riñonera pertenecía a un ciudadano australiano de 76 años, que se encontraba hospedado en las inmediaciones.
El desenlace fue tan sorprendente como reconfortante: tras algunas preguntas de reconocimiento, la Guardia Civil le devolvió la riñonera con todos sus efectos personales y más de 2.270 euros en efectivo, sin que faltara ni un solo billete.
El gesto de quien la encontró y decidió entregarla, junto con la rápida intervención de los agentes, permitió que el peregrino pudiera continuar su viaje por tierras navarras hacia Santiago con todo su dinero y pertenencias recuperadas.
