Las caras de los alumnos y el personal de un colegio de Tudela eran de sorpresa cuando una pareja de agentes de la Policía Local de la capital ribera apareció acompañando a tres chicas, alumnas del centro educativo, que habían decidido pasar la mañana al cobijo de las calles, en lugar de en el aula, que es donde se supone que debían estar.
Sucedió sobre las 11 de la mañana de este jueves, cuando una patrulla del cuerpo policial encontró en un parque a tres menores que, por ser la hora que era, debían estar en clase.
Ante la evidencia de que se encontraban haciendo novillos, los agentes procedieron a identificarlas y a informar a sus padres de la situación.
Acto seguido, las condujeron al centro educativo del que se habían escapado sin avisar ni a sus padres, ni a sus profesores; vamos, una "borota" en toda regla abortada por la policía, para vergüenza de las tres chicas.
