Le ha salido muy caro. La Policía Municipal de Pamplona ha sancionado al conductor de una bicicleta que en la madrugada de este miércoles al jueves circulaba bebido por la Avenida de Navarra, en la confluencia con la calle Ermitagaña.
Se trata de un hombre de 31 años que, a la 1:57 de la madrugada conducía una bicicleta eléctrica de alquiler del Ayuntamiento de Pamplona en dirección a Mendebaldea, al que los agentes dieron el alto tras comprobar que manejaba la bici de manera irregular.
Tras sospechar que podría estar conduciendo borracho, le sometieron a una prueba etilométrica que arrojó un resultado positivo de 0,77 miligramos de alcohol por litro de aire expirado, lo que conlleva una importante sanción administrativa.
Según la normativa de tráfico, los usuarios de bicicletas, al igual que los de vehículos a motor, tampoco pueden circular superando la tasa de alcohol permitida y están obligados a someterse a las pruebas de alcoholemia siempre que lo requiera un agente de la autoridad.
Para estos casos, las sanciones son idénticas que para el resto de conductores: 500 euros para tasas de alcohol de entre 0,26 y 0,50 mg/l; y de 1.000 euros para quienes conduzcan con una tasa superior a 0,50. La única diferencia es que ser sorprendido conduciendo un vehículo a motor con más de 0,60 es constitutivo de delito, mientras que arrojar esa tasa manejando una bici sólo conlleva una sanción administrativa.
En este caso, al haber dado un resultado de 0,77, la multa impuesta ha sido de 1.000 euros, que se quedará en 500 si el sancionado accede al pronto pago. No obstante, si lo que quería era regresar a casa evitando coger el coche, le hubiera salido muchísimo más barato hacerlo en taxi.
