El magistrado José Julián Huarte Lázaro ha destacado el "servicio a la sociedad" con el que ejercerá su nuevo cargo de presidente de la Audiencia Provincial de Navarra, al ser un "prisma" que no se puede perder al impartir la justicia.
Lo ha dicho poco después de prometer su cargo ante el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN), Joaquín Galve, el consejero de Justicia de Navarra, Eduardo Santos, y el vocal del Consejo General del Poder Judicial, Juan Manuel Fernández, entre otros representantes de la administración de justicia y de colectivos relacionados de la Comunidad foral.
Huarte, de origen tudelano y que sucede en el cargo a Esther Erice tras ejercerlo dos periodos consecutivos, ha agradecido la "confianza" en su elección como quinto presidente de la Audiencia de Navarra desde su creación en 1989 y ha recordado a sus predecesores, "con cuyo ejemplo he crecido personal y profesionalmente".
Asimismo, en su intervención ha querido compartir varias reflexiones "importantes a la hora de ejercer la función judicial", como la de que esta es un poder que emana del Estado "pero que también conlleva la prestación de un servicio para la sociedad".
Con ello, ha subrayado que ha prometido cumplir la Constitución española y el resto del ordenamiento jurídico, pero has destacado que "a la hora de interpretar las leyes debemos hacerlo teniendo en cuenta la realidad social del tiempo en que la aplicamos, así como la equidad que debemos ponderar en su aplicación".
La destinataria de la función jurisdiccional de las resoluciones que dictan los órganos judiciales es "precisamente la sociedad, cuya diversidad actual aún nos obliga más a los jueces a no alejarnos de esta realidad social", ha ahondado Huarte.
No ha obviado alusiones a las carencias que para ejercer esta función se registran, y ha sido claro al señalar la necesidad de "disponer de los medios adecuados, y entre ellos es esencial una plantilla que permita cumplir" con los fines encomendados.
También ha advertido como "perentorio" la creación de una nueva plaza de magistrado en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, así como la "optimización de la Oficina Judicial".
Además, el nuevo presidente de la Audiencia de Navarra ha mostrado su compromiso con "la mejora del servicio público que la Administración de Justicia implica, compromiso que conlleva la colaboración con instituciones y colectivos que componen la misma", ha dicho para citar, entre otros, al CGPJ, Ministerio de Justicia, Gobierno de Navarra, la fiscalía o los letrados.
Ha cerrado el acto el presidente del TSJN, Joaquín Galve, quien ha glosado la figura de su compañero, desde 1985 en la carrera judicial y con 31 años en su actual destino de magistrado de la Sección Primera de la Audiencia de Navarra.
Con experiencia docente en la Universidad de Navarra es desde 2016 hasta la actualidad profesor asociado de Derecho Penal de la Universidad Pública de Navarra (UPNA).
Galve ha respaldado su "sobradamente acreditado rigor y extensión" de sus conocimientos jurídicos, su "aptitud e idoneidad para el cargo así como tu excelencia jurisdiccional y capacidad profesional, de todo lo cual hemos sido testigos quienes llevamos cierto tiempo en Pamplona", no solo jueces sino letrados, funcionarios, fiscales o letrados, ha dicho.
"Todos te reconocemos como un juez trabajador, preparado, justo y siempre dispuesto a colaborar, así como una persona amable, cordial y de exquisita educación", con los que se ha ganado "el respeto" de quienes han trabajado a su lado.
Galve también ha deseado a Huarte "lo mejor en esta nueva etapa en tu brillante carrera", en la que seguirá "dictando resoluciones e impartiendo justicia, que es nuestra obligación y solo nuestra. Y así lo seguiremos haciendo, pese a quien pese, en estos momentos en los que los miembros del Poder Judicial nos sentimos cuestionados y atacados", ha advertido.
No obstante, el máximo representante de los órganos judiciales en Navarra ha asegurado que seguirán haciendo su labor "trasladando a la sociedad española en general y a la navarra en particular la confianza en que en un estado Constitucional como el nuestro los jueces y tribunales actuamos con estricta sujeción al derecho y a la ley en nuestra función de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado con independencia, imparcialidad y responsabilidad".
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