El etarra que fue despedido y homenajeado hace unos días en Pamplona con todos los honores por parte de la izquierda abertzale tenía anotaciones para actuar contra el rejoneador de Estella Pablo Hermoso de Mendoza. Así se pudo confirmar entre la documentación intervenida en el momento de su detención en Pamplona, en el año 2008, junto a otros nombres de concejales de UPN y PSN contra los que se quería atentar.
Xabier Rey se suicidó el pasado 7 de marzo en una celda de la cárcel de Cádiz donde cumplía condena por constituir el comando Hego Haizea de ETA para actuar junto a otro miembro de ETA, Aurken Sola, de manera expresa en Navarra.
Rey ha recibido todo tipo de alabanzas y reconocimientos por parte de cargos destacados de Sortu y Bildu, partido que controla el Gobierno de Navarra de Uxue Barkos. El pasado sábado una manifestación con su imagen recorrió las calles de Pamplona y, hasta el alcalde de la ciudad, Joseba Asirón, mostró sus condolencias y su dolor por el suicidio del terrorista.
El etarra fue despedido también en el cementerio de Pamplona con la intervención de Miren Zabaleta, responsable de Sortu en Navarra e hija del histórico miembro de Herri Batasuna, Patxi Zabaleta.
Xabier Rey se incorporó a ETA en 2007 con el objetivo de reconstruir un comando en Navarra. La banda había sufrido varios golpes importantes y tiró de Aurken Sola, otro miembro de la banda que ya había pasado dos años en la cárcel, para liderar la nueva célula en la Comunidad foral.
Tal y como se recoge con profusión de detalles en el libro Relatos de Plomo (volumen 3), Aurken Sola y Xabier Rey se reunieron en Francia con el entonces jefe militar de ETA, Mikel Garikoitz Aspiazu, alias Txeroki.
Allí recibieron cierto aleccionamiento político y militar y forjaron el grupo para poder comenzar a cometer atentados. Sola y Rey pusieron sobra la mesa la posibilidad de atentar contra el entonces jefe de la Policía Municipal de Pamplona, Simón Santamaría. Txeroki les ofreció carta blanca para actuar.
Los dos etarras recibieron material explosivo, armas y detonadores, que almacenaron en algunos zulos, para trasladarlo posteriormente a un trastero de Burlada alquilado a nombre de Xabier Rey para poder cometer los atentados con mayor facilidad. En algunos momentos contaron con la ayuda de sus parejas.
En octubre de 2008 todo estaba listo para comenzar a asesinar en Navarra, el principal objetivo de los dos terroristas. Sin embargo, la Policía Nacional había seguido sus pasos desde sus viajes a Francia y se adelantó a los siguientes movimientos, una vez que estaba claro la inminencia de los actos y las pruebas.
Fueron arrestados junto a Sergio Boada y Araitza Amatria, novia de Xabier Rey en ese momento. Entre los archivos informáticos y documentación que se encontró aparecieron los nombres de políticos de UPN y PSN, todos ellos concejales de Burlada y que estaban en el punto de mira de ETA para actuar contra ellos.
Eran el entonces alcalde y posterior presidente de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, José Muñoz; y los concejales Inma Ega (UPN), José Enrique Escudero (UPN) y Silvia Velásquez (PSN). También había información sobre un escolta y un guardia civil.
En marzo de 2011, Xabier Rey fue juzgado junto a sus compañeros de comando en la Audiencia Nacional. Tanto él como Aurken Sola fueron condenados a 26 años de prisión por pertenencia a banda armada y tenencia de explosivos. Araitz Amatria y Sergio Boada fueron absueltos al considerar que, a pesar de todo el material que se les incautó, no quedaba probado que conocieran que su novio y amigos, respectivamente, formaran parte del comando de ETA.
Durante el juicio, Xabier Rey mantuvo, para exculparla, que mentía a su novia para que no sospechara que formaba parte de ETA. "Somos clandestinos, no se tiene que enterar nadie de lo que hacemos", dijo Rey durante la vista oral sobre cómo ocultaba a su novia sus citas con Txeroki.
Araitz Amatria Jiménez, Xabier Rey, Aurken Sola y Sergio Boada Espoz durante el juicio en la Audiencia Nacional.
Fue precisamente en uno de sus encuentros con el jefe militar de la banda cuando Txeroki se burló de ellos y presumió de haber formado parte del grupo que asesinó a dos guardias civiles en la localidad francesa de Capbreton, algo que nunca ocurrió así. Txeroki nunca estuvo allí.
Amatria si reconoció en el juicio que anotaba la localización de los controles policiales en Navarra con la intención de transmitírselos a Askatasuna, organización que elaboraba "una campaña para finales de año denunciando la represión de Euskal Herria".