Navarra ha dicho adiós a una de sus vecinas más longevas. Doña Josefina Echeverría Cidrián, nacida en Los Arcos, falleció el pasado viernes 10 de enero en Bilbao a los 106 años, a solo dos meses de haber cumplido los 107 años.
El funeral se celebró el domingo 12 de enero, a las 13 horas, en la iglesia parroquial de San Esteban de Murieta, localidad natal de su esposo, José, donde ambos disfrutaron de numerosos veranos en familia.
Josefina nació el 12 de marzo de 1918 en Los Arcos. Fue hija de José Echeverría Ros y Filomena Cidrián Ganuza. Su padre vivió hasta los 82 años, y su madre llegó a alcanzar los 99 años. Tenía tres hermanos: Teresa, José María, que fue agustino recoleto, y Francisco.
A los 23 años, Josefina contrajo matrimonio con José Echeverría Carlos de Bergara, quien tenía entonces 26 años. Tras la boda, la pareja se trasladó a Bilbao, donde José trabajó como taxista y formó parte del cuerpo de bomberos del Ayuntamiento de Bilbao.
El matrimonio tuvo dos hijas, Elena y Susana, quienes han mantenido vivo el legado de una mujer que formó parte de un siglo de historia en Navarra y que será recordada por su fortaleza y dedicación a su familia.
Josefina deja un gran recuerdo entre sus amigos y conocidos. Fue una mujer de un trato muy agradable. Siempre amable y sonriente. Muy guapa, encantadora y de una salud envidiable.
“Estas navidades estuvimos todos con ella en una casa rural en Sorlada y comía como una lima, Eso sí, todo triturado. Estuvimos hasta el día 2 de enero con ella y falleció el día 10. Ha disfrutado de todo a tope", asegura su hija Elena.
“El día que ingresó en el Hospital estaba sentada en la butaca y riéndose con todos. Con su humor y su gracia. Era muy divertida. Este verano estaba más delgada tras una operación de femur y dio un bajón, pero con mucho humor y ganas de salir. Este año teníamos la esperanza de que llegara a los 107 años”.
“Han sido muchos años de regalo y ha vivido estupendamente. Era muy religiosa. La quería todo el mundo. Nunca ha tenido un problema con nadie, aunque también tenía su punto de genio, y nunca se quejaba de nada. Hubo mucha gente en el funeral y estuvimos muy acompañadas”. ha indicado su hija Elena.
El Ayuntamiento de Murieta le dio un homenaje en agosto de 2018, coincidiendo con el Chupinazo festivo de la localidad, una vez cumplidos los cien años de edad.
Josefina acudió al acto en una silla de ruedas pero con una lucidez extraordinaria hablando con todo el mundo, junto a toda su familia. Recibió un ramo de flores y todo el cariño de su pueblo de adopción. DEP.
Josefina Echeverría en el aperitivo de los jubilados en las fiestas de Murieta de 2018. Navarra.com
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