A dos semanas del final de liga, casi todo son incógnitas en el primer equipo de Osasuna, después de la peor campaña deportiva que se le recuerda en la Primera división.
El adelanto electoral de Sabalza que la asamblea decidió para octubre provoca aún más incertidumbre sobre el futuro deportivo del equipo, actualmente sin director deportivo y sin entrenador para la próxima temporada, ya que Petar Vasiljevic no seguirá en el banquillo.
La actual Junta asegura que se sigue trabajando para formar una plantilla lo más competitiva posible para volver a Primera, pero es evidente que sin las personas claves para indicar el rumbo. Osasuna espera a Braulio Vázquez, que antes debe desvincularse del Valladolid, con contrato hasta 2019 en Pucela, para tomar las riendas de la dirección deportiva.
Es un caso calcado al de César Palacios, también con contrato en vigor con el Numancia hasta 2019, pero el navarro dijo que no podía marcharse así del club soriano.
En cuanto al equipo, dejando a un lado los dos partidos que faltan por jugar ante el Granada y Sevilla y con el descenso en el bolsillo hace meses, hay cuatro jugadores cedidos que se buscarán el futuro lejos de Osasuna: Sirigu, Digard, Oriol Riera y Riviere. Tres finalizan contrato el 30 de junio: Vujadinovic, Raoul Loe y el portero Mario Fernández.
Por otro lado, el futuro de Álex Berenguer y de Sergio León se desconoce, aunque el delantero cordobés está muy cerca de salir con destino al Betis por 3,5 millones de euros. Osasuna se agarra a los nueve millones de cláusula de Berenguer ante la presión del Athletic por hacerse con sus servicios.