Osasuna no pasó del empate (0-0) este sábado ante el Real Valladolid en el estadio de El Sadar, donde jugó un partido flojo con pocas ocasiones de gol. No mereció más el conjunto de Jagoba Arrasate que acumula ya tres partidos consecutivos en Pamplona sin ganar y sin marcar gol, ante el Sevilla (0-2), Barcelona (0-2) y Valladolid (0-0).
Un empate donde influyó de manera decisiva el gol anulado a Jonathan Calleri en el minuto 35 de partido. Un tanto que debió subir al marcador, ya que de Burgos Bengoetxea lo anula a instancias del VAR porque, según interpretan, Budimir influye en la jugada al estar en la trayectoria del balón y está en fuera de juego.
Están convirtiendo el fútbol en un futbolín y se inventan un nuevo reglamento al que ya conocemos de toda la vida. "Es que ahora no es gol", aseguran, cuando lo ha sido toda la vida. Budimir no tapa la visión del portero que no llega al balón, e incluso el croata da un salto para no tocar el balón y no influir en la jugada. Es un gol clarísimo que cambia totalmente el partido.
Lo más triste no es solo que lo anulen, sino que la respuesta de Osasuna es la de siempre. Arrasate ni le da importancia en la rueda de prensa y solo habla de la jugada de refilón cuando le preguntan por ella, como si quedara mal con alguien. "El gol anulado es interpretativo. Influencia no sé, es el nuevo fútbol y el árbitro interpreta el gesto de Budimir de tocar el balón, pero lo tenemos que aceptar".
Osasuna no protesta y se la están metiendo doblaba. De Burgos Bengoetxea es reincidente con Osasuna. Ya la armó en Elche (2-2) esta misma temporada con bronca final de Braulio Vázquez y su ayudante José Antonio Prieto 'Cata': "Esto es una vergüenza, nos vamos a Segunda", aseguró a gritos el director deportivo.
Un equipo humilde en Primera división como el rojillo debería elevar el tono de voz públicamente ante estas injusticias, como hacen otros mucho más poderosos como el Real Madrid. Emilio Butragueño, adalid del señorío madridista, se quejó amargamente de Hernández Hernández hace una semana tras el derbi en el Metropolitano, y que decir de otros como el Barcelona y el Sevilla donde Lopetegui se queja de casi todo.
Otro tema es el de las ausencias de Jonas Ramalho y Enric Gallego. Lo del fichaje del defensa derecho de Barakaldo es algo que no tiene explicación. Fue presentado el 4 de febrero para ayudar a Nacho Vidal como recambio natural y desde entonces han pasado seis partidos de liga y ni ha debutado. No ha jugado ni un minuto. Tiene que estar agotado. No sale ni para dar descanso a Nacho Vidal. Tremendo.
Lo de Enric Gallego tiene tela. Su último encuentro como titular fue el 7 de noviembre en Sevilla. Desde entonces su apariciones han sido cada vez menores. Cuatro meses en el banquillo después de pagar dos millones de euros este verano al Getafe. Lo de este sábado fue aún más llamativo. Adrián López es el primer recambio de Arrasate para buscar el gol y el segundo es Javi Martínez. De Enric Gallego no hay noticias. El ostracismo es un hecho.
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