Corría el minuto 27 del partido que Osasuna disputó este domingo contra el Alavés en El Sadar. Budimir es claramente agarrado por la camiseta, el árbitro del VAR lo ve y llama al colegiado, el riojano Soto Grado, para que vaya a ver la jugada al monitor.
Hasta ahí, todo normal. Pero a Osasuna le suele pasar todo lo malo que le puede pasar a un equipo desde el punto de vista arbitral. Osasuna conoce lo que es que le piten un penalti porque un jugador se tapaba el rostro y sus partes nobles en el saque de una falta en la barrera (como se ha hecho toda la vida) y el balón golpeaba en el brazo (pegado al cuerpo): penalti en contra de Osasuna.
También conoce cómo se le expulsaba a un portero (Ricardo) por pérdida de tiempo. No se conocen más casos de porteros expulsados por el mismo motivo cuando, sin ir más lejos, este mismo domingo, el portero del Alavés, Sivera, perdió muchos minutos ralentizando los saques.
En cada partido hay unos 200 agarrones en cada córner. A nadie se le ha sancionado esta temporada penalti por agarrón en un corner, salvo a Osasuna en el encuentro de hace dos semanas frente al Villarreal.
Y no se conoce ningún caso de que un árbitro sea llamado al VAR para revisar un clarísimo penalti que se tragó, y el colegiado termine pitando "falta en ataque clara".
Es lo que le ha pasado Osasuna, una vez más en un hecho sin precedentes desde el punto de vista arbitral en La Liga. Soto Grado acudió al videoarbitraje a instancias de la sala del VAR.
De todos es sabido que, cuando un árbitro es requerido para que vaya a revisar una jugada es, evidentemente, porque los árbitros de video han visto algo que el colegiado se ha 'comido' en el campo. Lo habitual es que le muestren qué es lo que no ha visto, para que lo señale.
Pero al riojano Soto Grado no debió parecerle muy bien que le llamaran para rearbitrar la jugada y se sacó un as de la manga. "**Creo que voy a pitar falta en ataque del jugador de Osasuna", le dice a los video árbitros.
La grabación de audio entre el colegiado y la sala lo recoge con claridad. "Estoy enfrente de la pantalla. Hay un agarrón claro", reconoce Soto Grado. "**Ahora te vamos a mostrar para que valores también una posible falta del jugador de ataque número 24 de Osasuna", le dicen desde el VAR.
El resultado, el de todos conocido: falta el ataque y Osasuna que vuelve a ser el primero en sufrir en sus carnes como un colegiado es llamado por el VAR para que corrija una decisión y es el árbitro el que corrige al VAR.
