Continúa la cruzada del alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, contra los actos religiosos de la capital navarra. Este pasado viernes el Consistorio envió una carta al Arzobispado anunciando que la banda municipal La Pamplonesa no va a participar en la celebración del Corpus Christi a no ser que la iglesia costee los gastos.
Asirón, de EH Bildu, niega la participación de la banda municipal en los actos que se celebrarán el próximo domingo 18 de junio en la Catedral y en las calles aledañas del Casco Viejo de Pamplona. El alcalde emplaza al Arzobispado "si lo considerase, a acordar directamente con La Pamplonesa su presencia en la procesión”, asumiendo la contratación de los músicos.
El gobierno del cuatripartito se remite al contrato que suscribió con La Pamplonesa en 2016 y en el que se recoge que en todos aquellos actos de carácter religioso en los que no se contemple protocolariamente la presencia de la Corporación Municipal, no habrá participación de la banda.
ASIRÓN SUPRIMIÓ LA ALFOMBRA DEL CORPUS DE 2016 PARA NO PAGAR 2.000€
Esta noticia llega después de que el Ayuntamiento de Pamplona decidiese en 2016 suprimir la alfombra floral de hierba fresca y pétalos que históricamente se colocaba a lo largo del recorrido de la procesión del Corpus. Hace un año, el gobierno municipal de EH Bildu anunció que no aportaría 2.000 euros para esta decoración alegando que no existía "una partida específica para ello, por lo que no es posible que el Consistorio lo abone a través de factura como lo ha venido haciéndo hasta la fecha".
En aquella ocasión, la medida se comunicó al Arzobispado con tres días de antelación. Aún así la colaboración ciudadana permitió que la emblemática procesión del Corpus Christi contase con su ornamentación tradicional gracias a la participación desinteresada de vecinos anónimos que adornaron con un manto verde las calles del Casco Viejo de Pamplona.
LAS PROCESIONES DEL DOMINGO DE RAMOS, ARRINCONADAS POR LA KORRIKA
En 2017, durante el Domingo de Ramos, las procesiones de varias parroquias del centro de la capital navarra también se vieron afectadas por una polémica medida del actual alcalde de Pamplona, al hacer coincidir el final de la Korrika con los actos religiosos en las mismas zonas.
Además, en el caso de la Korrika, Asirón financió con 50.000 euros la carrera del euskera en la que se exalta a los presos de ETA mientras que ahora niega la participación de la banda municipal en un acto religioso al que anualmente acuden cientos de vecinos.